Dentro de la actual gama M3, se trata de la versión más recomendable por practicidad. Tiene un motor que desarrolla 510 CV.
Parecía que el momento jamás iba a llegar. Y es que después de seis generaciones, por fin, el BMW M3 estrena la carrocería familiar Touring, solucionando de un plumazo una clara desventaja respecto a sus rivales directos, como el Merceces-AMG C 63 Estate y Audi RS 4 Avant, que desde hace un montón de años han ofrecido esta versión a sus conductores.
El nuevo BMW M3 Competition Touring (como se denomina comercialmente) ofrece unas prestaciones de infarto, combinadas con una puesta a punto del chasis sobresaliente y una practicidad que lo convierten, desde mi punto de vista personal, en el BMW M más interesante de la actual gama.
Y es que sólo el hecho de poder ir a rodar a un trackday con un juego de neumáticos para circuito en el maletero y poderte ir el fin de semana siguiente con la familia a disfrutar de un viaje, es cuanto menos una razón de peso para plantearse su compra.
Además, se trata de la versión perfecta para justificar su compra en casa: “Cariño, ¿no querías un coche familiar para no tener problemas de espacio? Pues aquí lo tienes”.
BMW M3 Touring: estética diferenciadora
En fotos hay que reconocer que el BMW M3 Competition Touring resulta muy atractivo. Vale, te puede gustar o no el frontal, presidido por unos ‘riñones’ en tamaño XXL que tanto han dado de qué hablar, pero te aseguro que al natural quedan bastante bien y tienen ese toque diferenciador que tanto me gusta cuando estamos ante una versión potente y prestacional (el Serie 3 normal lleva un frontal más clásico).
Galería: BMW M3 Competition Touring
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El M3 Competition Touring mide de largo 4,79 metros de largo, un tamaño ideal para no volverte loco aparcando, pero consiguiendo a la vez un generoso espacio interior.
Lo primero que te llama la atención, cuando lo tienes delante, es que el coche se ve “muy gordo”. Es como si en los últimos años no hubiera dejado de ir ningún día a clases de CrossFit.
En el frontal vemos unas formas muy marcadas en el capó, junto con unos paragolpes con unas generosas entradas de aire para refrigerar los radiadores de los diferentes elementos mecánicos y el sistema de frenos.
Dentro van alojados los frenos carbocerámicos, que se incluyen dentro del Paquete M Race Track, que cuesta 21.081 euros y que entre otras incluye: Head-Up Display, la velocidad máxima limitada a 280 km/h (frente a los 250 km/h de serie) o los asientos de tipo baquet con estructura de carbono.
En la trasera, tenemos un paragolpes específico que dota al conjunto de cierta anchura y rompe con la estética clásica de un coche familiar, un pequeño alerón en la parte alta del portón, que tiene una función aerodinámica. y cuatro salidas de escapes de las de verdad.
Como curiosidad, y a diferencia de sus rivales, la luneta trasera es practicable, ofreciendo así un plus de comodidad a la hora de cargar bultos en el maletero. Hablando de maletero, éste tiene una capacidad de 500 litros, presentando formas muy regulares y una muy buena boca de carga.
Interior a la altura
Una vez nos subimos al interior, nos encontramos un atractivo salpicadero con una muy buena calidad de ajustes y de materiales. De hecho, en 2022, el M3 recibió una actualización con cambios en el interior y, por supuesto, también la lleva la variante Touring.
Entre las novedades más destacables encontramos una pantalla de la instrumentación de 12,3 pulgadas y de 14,9 para el sistema multimedia. Cuando estas se encuentran apagadas, parecen formar un sola, con un atractivo diseño curvado.
Aprovechando esta actualización, la marca decidió incorporar los mandos para manejar el sistema de climatización en la propia pantalla (anteriormente tenía mandos físicos), algo que personalmente no me termina de convencer, ya que complica innecesariamente su manejo. Al menos la pantalla tiene muy buena resolución y su funcionamiento resulta fluido.
Como nota negativa, hay que reconocer que el acceso al interior me resulta muy incómodo. Esto se debe a la forma de los laterales de los mencionados asientos delanteros de tipo baquet opcionales.
Además, resultan muy duros para viajes largos. Al menos tienen regulación eléctrica, son 9,6 kilos más ligeros y van situados más abajo que los de serie, sujetan muy bien el cuerpo en curvas y su diseño es un verdadero espectáculo. Pero aún con todo esto, tienes que tener muy claro si montarlos o no.
En las plazas traseras tenemos espacio suficiente para que dos adultos puedan viajar de manera cómoda. Si viaja un tercer ocupante en la plaza central, se encontrará un respaldo sin sujeción lateral y un hueco para los pies tirando a justito, debido al espacio que ocupa el túnel de transmisión de la tracción total xDrive.
Para teletransportar a la familia
El BMW M3 Competition Touring esconde bajo su capó un motor 3.0 de seis cilindros en línea, con dos turbos, que desarrolla 510 CV y hasta 650 Nm de par.
La fuerza se transmite mediante una caja de cambios con convertidor par de ocho velocidades al avanzado sistema de tracción total xDrive, que tiene la posibilidad de desactivar el eje delantero para que llegue toda la fuerza al eje trasero… y por lo tanto, dejando que el M3 funcione como un modelo de propulsión trasera. Evidentemente, no te voy a contar para qué.
El motor, como te puedes imaginar, es una auténtica barbaridad por cómo empuja y sube de vueltas. Eso sí, respecto a la anterior generación, a pesar de entregar más potencia y llevar el mismo motor, resulta mucho más dosificable. Tienes la sensación de que los turbos tardan un poquito más en ganar presión, haciendo que la respuesta sea más controlable.
Una vez que que la aguja de cuentarrevoluciones empieza a subir, la potencia y el par aparecen de una manera sobrecogedora y no desaparecen hasta que llega el corte de inyección.
Si eres capaz de aguantar sin soltar el gas y que la caja de cambios (que tiene un funcionamiento sobresaliente) inserte una marcha más, prepárate para encontrar la carretera despejada y sin radares, ya que para cuando te quieras dar cuenta irás a una velocidad literalmente absurda.
En cuanto a su chasis, ofrece una puesta a punto sobresaliente. Es un coche que te implica en la conducción y cuando realmente vas rápido, necesitas ciertas dotes de conducción. Y eso, a mí, sinceramente me encanta.
¿Es mejor que sus rivales?
La respuesta a esta pregunta es complicada de responder. El BMW M3 Competition Touring tiene dos rivales directos. El Audi RS 4 Avant Competition con 450 CV y el Mercedes-AMG C 63 S E Performance Estate de 680 CV.
Si valoramos la conducción en la que el conductor se sienta puramente implicado con sensaciones en todo momento, el BMW es el que mejor lo hace.
En cuanto a facilidad para ir rápido con un nivel de conducción normal, el RS 4 Avant Competition es la opción más recomendable, ya que todo lo hace de una manera sencilla y natural. Prácticamente parece tu coche de todos los días.
Si por ejemplo, somos de los valoramos las opciones de configuración del powertrain, el BMW vuelve a ser la opción más interesante por la cantidad de parámetros que podemos modificar incluyendo la opción de poder circular sólo con propulsión trasera (por no hablar de que podemos regular hasta el tacto del pedal de freno).
En cuanto a tecnología, el Mercedes tiene una baza muy destacable que es su sistema de propulsión híbrido enchufable en la que priman las prestaciones por encima de la eficiencia. Por poner un ejemplo, dispone de un modo de conducción denominado Track, que permite utilizar la energía eléctrica en momentos puntuales para obtener más potencia y así actuar como un KERS de un coche de F1.
Es cierto que esta combinación de motor de combustión con motor eléctrico en este caso no me termina de convencer del todo, ya que a pesar de desarrollar más potencia no es más veloz y tan sólo es 0,2 segundo más rápido en acelerar de 0 a 100 km/h que el BMW.
Toda esta tecnología hace que su peso sea el más alto de los tres y su precio de compra más elevado. Además no nos olvidemos de una cosa, mientras el Audi y el BMW emplean motores de seis cilindros, el Mercedes se conforma con uno de cuatro cilindros.
Con todo esto deberías de tener claro cuál es la opción más interesante de los tres. Pero yo, desde luego, lo tengo muy claro.
Eso sí, con lo que todavía sigo alucinando es con sus precios (todos pasan de los 124.000 euros y es fácil alcanzar los 150.000) algo me resulta complicado de justificar por muy bonitos, eficaces y rápidos que sean.
BMW M3 Competition Touring
- Motor: Gasolina, 6 cilindros en línea, turboalimentado, 2.993 cm³
- Potencia: 510 CV a 6.250 Nm
- Par máximo: 650 Nm entre 2.750 y 5.500 rpm
- Caja de cambios: Automática de convertidor de par, 8 velocidades
- 0-100 km/h: 3,6 s
- Velocidad máxima: 250 km/h
- Consumo: 10,1 l/100 km
- Tracción: Total
- Longitud: 4,79 m
- Anchura: 1,90 m
- Altura: 1,43 m
- Peso en vacío: 1.865 kg
- Número de asientos: 5
- Capacidad del maletero: 500 l
- Precio base: 124.000 euros
