Hace unos meses veíamos como Porsche tenía que anunciar el final anticipado del Macan de combustión por culpa de problemas con el cumplimiento de las nuevas normas sobre seguridad informática en Europa. El coste de su actualización no merece la pena, por lo que el fabricante ha decidido poner fin a su era de combustión anticipadamente. Algo que ahora parece que tendrá que hacer también con el Boxster y el Cayman.
Esto supone que Porsche tendrá que dejar de vender dos de las opciones más económicas de su gama dos años antes de la llegada de las versiones eléctricas. Las sustitutas naturales que ahora deberán acelerar el paso para rellenar el hueco lo antes posible.
Al igual que lo sucedido con el Macan, la cancelación del 718 es directamente atribuible al Reglamento WP.29, que establece la necesidad de que los automóviles vendidos en el mercado comunitario cuenten con un certificado de ciberseguridad específico, y que entrará en vigor el 1 de julio de este año.
También importante que no se trata de un movimiento que solo afecte a Europa. Porsche ya estaba planeando retirar el Macan de gasolina el próximo año en Norteamérica, aproximadamente en el momento de la llegada global del sucesor eléctrico.
Esto supondrá que los modelos gasolina y eléctricos compartirán mercado menos tiempo del estimado. Algo que sucederá con el Macan, pero que ahora se sumarán los Boxster y Cayman, que también tendrán que empezar a hacer las maletas para dejar sitio a la nueva generación.
Porsche 718 eléctrico (Boxster y Cayman)
Porsche guarda bajo llave las características de un Boxster eléctrico que debería ser presentado a lo largo de este mismo año, con unas ventas que arrancarán en 2025. Una variante que se fabricará en las mismas líneas que los 718 gasolina.
De momento no hay detalles técnicos, pero todo hace indicar que Porsche instalará en el Boxster eléctrico el mismo sistema de propulsión que hemos visto en el nuevo Macan.
Esto supone que habrá dos versiones, una de acceso con tracción trasera y unos 300 kW (408 CV) lo que le permitirá superar con creces los 220 kW (300 CV) del modelo gasolina básico actual, mientras que la variante más potente añadirá un segundo motor en el eje delantero, que le otorgará tracción total y una potencia de 470 kW (639 CV).
La batería se situará entre los 80 y los 95 kWh, suficiente para homologar una autonomía de unos 600 km WLTP. En cuanto a la carga, se espera que el 718 herede las excelentes capacidades de sus hermanos, con una potencia pico de más de 250 kW, suficiente para pasar del 10 al 80% en menos de 20 minutos.
También está por ver el tema precios. Pero como hemos visto en el Macan, Porsche está apostando por unas tarifas muy similares a los modelos gasolina. En España, el Boxster arranca en los 77.063 euros en su versión de acceso, mientras que la más potente, Boxster GTS 4.0, con 400 CV, llega a los 107.857 euros.