Sin gastarse mucho dinero, la policía turca acaba de dar forma a una de las flotas de coches patrulla más exclusivas del mundo. Puede que no esté al nivel de la de Dubai, pero no tiene nada que envidiar a la de otros países que cuentan con coches de primer nivel, como Italia y sus Lamborghini para transportar órganos.
Lo mejor de todo es que Turquía se ha gastado muy poco dinero para incorporar estos 23 coches al cuerpo de policía, a pesar de que ninguno de ellos es precisamente barato. ¿Cómo lo ha hecho? Muy fácil, incautando un garaje de ensueño a un peligroso narco.
Desde SUV de lujo hasta superdeportivos de primer nivel
No es la primera vez que un cuerpo de policía decide convertir coches incautados en vehículos policiales, pero Turquía acaba de pasarse el juego porque ha convertido 23 coches premium en modelos de policía. Entre ellos hay varios SUV de lujo, como el Mercedes-Benz GLS, pero también algún Ferrari, Porsche y Bentley.
Según informa en su cuenta de X (la red social anteriormente conocida como Twitter) Ari Yerlikaya, el ministro del Interior turco, el Departamento de Policía de Estambul ha incautado 23 vehículos en una operación contra el crimen organizado.
Göreve geldiğimiz ilk günden itibaren bizden hep şu sözü duydunuz: Türkiye’nin Huzuru… İstanbul Emniyet Müdürlüğümüzün organize suç örgütlerine karşı gerçekleştirdiği başarılı operasyonlar sonucu 23 araç ele geçirilmişti.
Mahkeme kararınca da bu araçlar emniyetimize verildi.… pic.twitter.com/mzBtgp5EgU— Ali Yerlikaya (@AliYerlikaya) December 26, 2023
La diferencia con otras operaciones de este tipo es que esta vez Turquía ha aprovechado los 23 automóviles para convertirlos en coches de policía. Según dice Yerlikaya, lo han hecho “tras la decisión de un juez”, añadiendo que “de ahora en adelante estas herramientas no pertenecen a organizaciones criminales ¡Estarán a disposición de nuestra policía y al servicio de nuestra Nación!”.
Para acompañar este mensaje en su cuenta de X, Yerikaya ha publicado un vídeo (muy épico) en el que se pueden ver estos 23 coches, todos ellos vestidos ya con los colores de la policía turca y los correspondientes rotativos luminosos colocados en el techo. El único dinero que ha tenido que invertir Turquía en ellos ha sido en estos vinilos y sirenas.
Entre los 23 coches destacan tres: un Ferrari 488 GTB, un Bentley Continental GT y un Porsche Taycan. Pero no son las únicas joyas de la flota porque también hay un Volkswagen Golf R de octava generación o un Audi RS6 Avant, además de varios SUV premium de Mercedes-Benz, Volvo y Range Rover.
Todos los coches pertenecían a Hayan Ayik, un narcotraficante turco-australiano que se había convertido en uno de los fugitivos más buscados de Australia, tanto por el tráfico de drogas como y otros delitos de crimen organizado a nivel internacional, según señala Reuters. Turquía lo detuvo el pasado mes de noviembre junto con otras 36 personas de su organización.
Imágenes: X de Ali Yerlikaya
