En más de una ocasión hemos hablado de Brunéi, la pequeña nación en la Isla de Borneo que es famosa a nivel internacional -si te gustan los coches- por la colección de vehículos de la familia real de Brunéi. La realeza de este país ha pasado décadas invirtiendo miles de millones en la compra de vehículos, muchos de ellos personalizados y otros, auténticas rarezas encargadas por el mandamás de la familia, el Sultán de Brunéi.
Así es uno de los Bentley Turbo R personalizados del Sultán de Brunéi
Terminado en pintura azul, este Bentley Turbo R Wagon fue ensamblado en 1992 y recibe el nombre de Val-d’Isère, en honor a una comuna del sureste de Francia conocida por sus estaciones de esquí. Se dice que cada uno de los 11 coches que encargó la familia costaba aproximadamente 12 veces más que un Turbo R estándar, un coche que en realidad no era para nada barato.
Bajo el capó se encuentra un motor turboalimentado V8 de 6,75 litros que genera una potencia de 300 CV y 660 Nm. Sin embargo, a diferencia del modelo original que era de tracción trasera, los Turbo R del Sultán de Brunéi enviaban esa potencia y par motor a las cuatro ruedas, lo que requirió de una serie de modificaciones específicas.
Con cuero y madera en su interior, el Turbo R también equipa un completo sistema de sonido personalizado que ocupa el espacio de carga. En el exterior se encuentra el detalle de las barras longitudinales del techo, que pertenecen a un Mercedes W123 y que aportan un extra al techo alargado. Las conversiones fueron realizadas por Robert Jankel Design. No te pierdas el vídeo (en inglés).