“No es una cuestión de amor, sino de espacio”. Así resume Jay Kay, vocalista de Jamiroquai, las razones por las que ha puesto a la venta su espectacular Bentley S1 Continental Drophead Coupé de 1958. Un coche que le traerá muchos recuerdos a Heidi Klum, ya que ambos vinieron a Marbella en 2002 para grabar por nuestras carreteras el vídeo de ‘Love Foolosophy’. Pero ahora resulta que los especialistas de RM Sotheby’s, la casa encargada de venderlo, se han quedado sorprendidos con el estado del coche. Y te vamos a contar por qué.
Jay Kay pone a la venta su emblemático Bentley por una 'millonada'.
El coche en cuestión se entregó por primera vez en mayo de 1958 en gris plata con el interior y la capota verde. Pero en 1990 pasó a manos de un coleccionista bien informado que sabía que solo se habían construido 94 unidades similares para todo el mundo (55 de ellas con volante a la derecha), lo que significaba que su valor subiría como la espuma.
El inicio de su colección de coches
RM Sotheby’s.
Le ha hecho 14.000 km
Son muchos los coches que desde entonces han entrado y salido de la colección que posee Jay Kay, pero el Bentley era una especie de ‘vaca sagrada’ que siempre mantenía su hueco. Hasta ahora. Quizá el hecho de que cada vez lo usa menos (el primer año le hizo más de 3.000 km, pero desde 2002 no le ha hecho más que 11.000) haya influido. Pero, como él mismo explica, todo es al final una cuestión de espacio.
Lo que no cuenta es que sin duda habrá ganado dinero con el coche cuando lo venda. Asesorado por los expertos de la casa de subastas RM Sotheby’s, donde lo ha sacado a la venta, se espera que supere el millón de euros. Y no tanto por la historia particular de este modelo como por un estado de funcionamiento perfecto y una soberbia calidad de la restauración que ha sorprendido a los expertos de RM. Es decir, que está casi como salido de fábrica.
Suponemos que al vocalista de Jamiroquai le dará pena desprenderse de uno de los primeros coches de su colección. Pero apostamos a que se le pasará tan pronto como llene el hueco dejado por el Bentley con otro coche de igual o mayor valor.