Nos encontramos ante la recta final. Este fin de semana se estrena Barbie, y hacía tiempo que una película generaba este tipo de expectación. Hace exactamente un año, el mundo se paralizaba con las primeras imágenes de la cinta de la famosa muñeca, en donde unos Margot Robbie y Ryan Gosling en patines y enfundados en ropas de neón dieron el pistoletazo de salida oficial al rosa como color de favorito de este año. Además de una estética irresistible, parece ser que la temática cuenta con un tono satírico y crítico muy prometedor. Y por si fuera poco, su estreno viene de la mano con el de Oppenheimer, el último film de Christopher Nolan, protagonizado por Cillian Murphy, y que también tiene a todo el mundo en vilo.
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El actor canadiense, que da vida en la pantalla a la pareja de la icónica muñeca de Mattel, apuesta por vehículos potentes y robustos.
Pero volvamos al Barbiecore, esa tendencia que ha teñido todo de rosa. Y cuando decimos todo es todo, porque no se ha limitado al mundo de la ropa sino que parece haber dado el salto a la industria del motor. Solo hay que fijarse en el último movimiento de Porsche, el prestigioso fabricante alemán de automóviles deportivos de lujo, que acaba de presentar un impresionante modelo 911 (tipo 993) en un tono chicle brillante que atrapa de inmediato la mirada.
El tono rosa nacarado en tres fases tiene un matiz metálico ultrafino que descansa en el centro del coche, pues se encuentra atravesado por una franja de fibra de carbono expuesta que le otorga un aspecto aún más deportivo. Se trata del primer modelo de producción turboalimentado exhibido fuera del Estados Unidos y pese a que Werk no ha compartido ninguna información adicional, si atendemos a sus anteriores trabajos, seguramente estemos hablando de un motor de 4,0 litros y seis cilindros planos con una potencia de 700 CV. Así que ese bonito capó rosa esconde caballos de potencia suficientes para alcanzar una velocidad punta de más de 300 kilómetros por hora. Casi nada.
Basándonos en las imágenes, podemos ver que esta belleza pintada de rosa tiene una transmisión manual. Los modelos anteriores utilizan una caja de cambios de seis velocidades, por lo que suponemos que nos encontramos ante el mismo caso. El interior de esta bestia disfrazada de doncella tampoco se queda atrás. Una sinfonía de fibra de carbono, Alcantara negra con detalles en rosa, recubre los firmes asientos y se extiende a los paneles de las puertas, los embellecedores e incluso el volante, forrado también de Alcantara. Las sutiles costuras rosas que encontramos en los asientos, la palanca de cambios, el freno de mano o el volante, unen de manera orgánica y muy acertada el interior con el exterior. Por su lado, el pomo del cambio parece haber sido tallado en una sola pieza de metal y añade la cantidad justa de brillo.
Con una instrumentación fácil de leer, basada en una esfera blanca para el tacómetro, no cuesta mucho imaginar a Barbie enfundada en un mono de carreras y pilotando a toda velocidad este coupé, con su fiel Ken de copiloto. Probablemente no podremos gozar de esta escena en la película pero sí podemos maravillarnos con esta exquisita creación que los genios de Gunther Werks y Porsche nos han brindado. Esperamos conocer pronto más detalles sobre esta creación única.
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