Estamos acostumbrándonos a que Renault celebre los aniversarios de sus modelos más emblemáticos transformándolos en obras de arte. Es algo que ya vimos cuando Mathie Lehanneur creó una obra de arte llamada Suite Nº 4, basada en el Renault 4, o cuando Pierre Gonalons celebró el medio siglo del Renault 5 con el R5 Diamant.
Renault.
Obra de arte muy valiosa
El objetivo era que convirtiera un ejemplar del Renault Twingo de primera generación en una obra de arte elitista y cargada de estilo… Es decir, convertirlo en un modelo que hasta la propia Shakira desearía tener, si no para conducirlo sí al menos como una obra de arte de la que desconocemos su valor, pero que sería altísimo si se vendiera en una galería de arte moderno.
El resultado es un coche con una carrocería de plástico blanco parcialmente transparente que recuerda en cierta forma a los pasados diseños de Apple, en concreto a aquel ordenador de sobremesa bautizado como G3. Pero, al mismo tiempo, con unos relieves que parecen mostrar la estructura interna de refuerzos que componen su estructura.
Volante de plástico transparente
En cuanto a su interior, de color rojo al completo, el salpicadero ha sido sustituido por otro sin ningún tipo de mando en el que aparece una pantalla en posición central (entendemos que en absoluto operativa), mientras que el volante ha sido sustituido por otro de plástico rojizo transparente. Por supuesto, asientos, guarnecidos de puertas, alfombrillas y techo de cristal (en lugar de la lona que llevaba la versión original) son también nuevos y nada tienen que ver con los que montaba el Twingo en origen.
Renault.
Entendemos que no hay ni rastro de motor bajo su escueto capó delantero. Pero tampoco lo necesita, ya que con unos neumáticos que han sido forrados de cuero blanco Shakira (o quien tratara de ponerse a sus mandos) nunca podría llegar muy lejos.