La adaptación a gas licuado del petróleo (GLP) como alternativa de transición hacia una movilidad sostenible ha conseguido un impulso muy importante durante los últimos años.
Y es que la conversión a GLP supone una importante reducción de las emisiones contaminantes y de las partículas nocivas, además de dar una segunda vida útil al vehículo.
En cumplimiento con la nueva ley de cambio climático, son cada vez más los vehículos que necesitan disponer de la etiqueta ECO para circular por las zonas de bajas emisiones, algo que es posible con la conversión a GLP en muchos casos.
Los más transformados
El Toyota Corolla es el modelo del que más adaptaciones a GLP se han realizado a lo largo del pasado año. En segundo lugar, destacan las conversiones a GLP en los modelos Toyota Prius y Toyota Prius Plus, puesto que, al igual que el Corolla, integran una parte muy importante de la flota de taxis.
El Prius+ es uno de los vehículos más utilizados como taxi.
Entre los coches que más se han convertido a GLP destacan algunos como el Seat Ibiza, el Porsche Cayenne, el Nissan Qashqai o los modelos Sportage y Ceed de Kia.
El Cayenne es un SUV premium, y de los vehículos más transformados a GLP.
¿Qué coches pueden transformarse y obtener la etiqueta ECO?
En este sentido, tener la etiqueta ECO es fundamental para muchos conductores que viven o circulan en grandes núcleos urbanos, donde las restricciones de movilidad se incrementan progresivamente.
Una señal que limita la entrada a una zona de bajas emisiones en Madrid.
De hecho, el anuncio de la creación de zonas de bajas emisiones en 149 municipios españoles ha impulsado el interés por las transformaciones a este combustible más sostenible. Y a ello se le suma que muchas personas están cada vez más concienciadas con la sostenibilidad y la mejora de la calidad del aire.