La automotriz japonesa suspendió la entrega de motores por "irregularidades" en la certificación de emisiones.
Toyota anunció que suspendió la entrega de motores diesel al descubrirse una serie de irregularidades durante el proceso de certificación de emisiones de esos impulsores. La automotriz japonesa admitió que, al momento de certificar las emisiones de esos motores, se utilizó un software para la central electrónica (ECU) que es diferente al que tienen los modelos que llegan a los clientes.
Estas irregularidades afectan a modelos que se comercializaron a partir del 2017 en adelante. Se vendieron en los mercados de Japón, Asia, Medio Oriente, Europa y Africa.
Si bien muchos de estos modelos se comercializan en la Argentina y hasta se producen en la planta de Toyota Argentina en Zárate (como es el caso de las Hilux, SW4 y Hiace), por el momento no se detectó que estos motores hayan llegado a nuestro mercado. La empresa informó que, a pesar de la irregularidad, los impulsores no representan un riesgo para los usuarios y pueden seguir usándolos mientras dure la investigación.
En el caso del Grupo VW el fraude se conoció por una investigación externa a la compañía. En el caso de hoy de Toyota surgió por una investigación interna. Ya es el cuarto caso de irregularidades internas que Toyota admite haber detectado en este tipo de auditorías. Los casos anteriores se publicaron en agosto de 2022, abril de 2023 y diciembre de 2023.
En el comunicado de prensa de acá abajo, Toyota pide disculpas a los clientes por esta situación que provocará demoras en las entregas de vehículos. Los motores, modelos y mercados afectados se publican en el gráfico de más abajo.