Lleva ya unos cuantos años al mercado, pero aún pocas alternativas modernas han logrado ponerse a su altura en determinados aspectos. El Audi Q2 demuestra que, en algunas cosas, la mayoría de fabricantes se ha equivocado.
El Audi Q2 es uno de los modelos más veteranos en la actual gama Audi. Me refiero a que es uno de los que más tiempo lleva en su actual generación, que por otra parte es la única que ha existido, cuando fue presentada y lanzada en 2016. En todo este tiempo ha recibido pequeñas evoluciones, pero el coche en sí es el mismo.
Así que estos días al volante del Audi Q2, lejos de ser insípidos por tratarse a fin de cuentas de un coche normal, me han resultado de lo más complaciente. Me apetecía cogerlo. Fue lanzado en 2016, como decíamos. Y mide 4,21 metros de largo, 1,79 metros de ancho y 1,54 metros de alto.
Galería de fotos del Audi Q2 S Line 35 TDI Quattro S Tronic
Las virtudes ‘de ayer’ de las que llevo un rato hablando están en el interior, presidido por un salpicadero en el que hay un módulo de mandos mecánicos para el climatizador y una palanca de cambio automático de grato accionamiento mecánico. Hasta la pantalla central no es táctil, aunque se maneja, de forma cómoda e intuitiva, con el famoso mando MMI Touch que tan buen resultado dio.
Aparte que, a pesar de sus años, aún es una referencia por calidad de acabados, perfectamente equiparables o incluso mejores que los de muchas alternativas lanzadas en 2021 o 2022. Por espacio interior quizá sí se ha quedado un pelín atrás, aunque aún es de sobra competitivo.
Su gama mecánica es también tradicional: gasolina y diésel, sin electrificación de por medio. Es decir, toda con etiqueta C. Hay dos versiones de gasolina y dos diésel. Estas son, las denominadas 30 TFSI (1.0 TFSI de 110 CV), 35 TFSI (1.5 TFSI de 150 CV), 30 TDI (2.0 TDI de 116 CV) y 35 TDI (2.0 TDI de 150 CV). Por encima, el fantástico SQ2 2.0 TFSI de 300 CV es el cénit de la familia Audi Q2.
La unidad que ves aquí es un Audi Q2 35 TDI S Line Quattro S Tronic. Es decir, luce el acabado deportivo S Line y la tracción total opcional. En esencia, el coche es el mismo que este que probamos hace poco pero con la mencionada tracción Quattro.
Exceptuando al SQ2, este es el Audi Q2 más caro que hay, con un precio que parte de 42.800 euros. La gama Q2 arranca en 32.790 euros, por cierto. Pero este ejemplar luce una configuración muy chula y un montón de equipamiento opcional que deja su precio final muy cerca de los 50.000 euros. Esto ya me gusta menos… aunque lo cierto es que el coche va genial. ¿Nos ponemos en marcha? (pincha aquí para pasar a la prueba).
