La puesta a punto del acabado S line pide salir de la ciudad y disfrutar por secundarias.
Puede que el Audi Q2 2022, renovado hace algo más de un año, no sea el SUV urbano premium más llamativo, pero sin duda sí es el más completo. Por tecnología y equipamiento, el DS 3 CROSSBACK, el MINI Countryman, el Jeep Renegade o el Mazda CX-3 caminan un peldaño por debajo.
Ahora que, en muchos casos, no compensa adquirir un coche enfocado a la ciudad con motor turbodiésel, hemos querido poner a prueba este coche con el propulsor de gasolina intermedio de la gama, el más cabal de todos, el 1.5 TFSI de 150 CV, ‘escondido’ bajo la denominación 35 TFSI.
Disponible con una caja manual de seis velocidades, nosotros nos hemos decantado por combinarlo con la transmisión automática de doble embrague S tronic, con siete marchas, por aquello de facilitar la vida en territorio urbano y, por qué no decirlo, por ser un cambio muy rápido en conducción deportiva, sobre todo en el modo Sport o con las levas.
Galería: Prueba Audi Q2 35 TFSI S line S tronic
El todocamino más pequeño de la casa (¿dicen que acabará desapareciendo?) mide 4,20 metros de longitud, 1,79 de anchura y 1,53 de altura, cifras más o menos estandarizadas en su segmento. Efectivamente, no es un modelo muy alto, lo que redunda en un comportamiento bastante divertido, como luego ahondaremos.
Por espacio interior, no se trata de un modelo de capricho, como pudo ser el primer Audi A1 o, hablando de rivales más o menos directos, el Opel Mokka. Así las cosas, las plazas traseras son más que suficientes para adultos de talla media, aunque lógicamente, por anchura, el habitáculo no está pensado para desplazar cómodamente a tres ocupantes.
Tampoco el maletero desentona. Al contrario, los 405 litros que ofrece le sirven al modelo alemán para estar entre los mejor dotados en este ámbito. Por ejemplo, el del Kamiq (los Skoda siempre destacan en el espacio para el equipaje) se queda en 400 litros.
Y si hablamos de diseño, el renovado Audi Q2 se distingue por las tres ranuras o tomas de aire que incorpora justo encima de la parrilla Singleframe, tomadas del A1 Sportback. También por los paragolpes rediseñados, con un aspecto claramente deportivo en los del acabado S line.
Eso sí, sorprende que, para completar esa imagen ‘racing’, no haya alguna salida de escape a la vista, si bien las llantas de serie miden 18 pulgadas y vienen con neumáticos 215/50. Opcionalmente, son de 19 pulgadas (235/40).
Además, la personalización y las distintas opciones de equipamiento siguen siendo algunos de los puntos fuertes del vehículo. Por ejemplo, de serie, los faros son de LED, aunque también están disponibles los Matrix LED por 860 euros, con iluminación matricial.
Si pasamos al interior, han cambiado las salidas de aire y el pomo del cambio. Nuestra unidad de pruebas contaba con la instrumentación digital Audi virtual cockpit y el navegador (ambos, dentro del paquete Técnico, por 1.195 euros), mientras que la pantalla central de 8,3 pulgadas viene de serie en la opción S line. Huelga decir que, en general, los materiales empleados son de una gran factura.
En el caso de contar con un generoso presupuesto, además del pack Técnico antes mencionado, plantéate sumar al coche el paquete Confort (1.835 euros), con acceso y arranque sin llave, portón de accionamiento eléctrico, cámara trasera, aparcamiento asistido (Audi parking system plus), retrovisores plegables eléctricamente, asientos con apoyo lumbar…
De serie, el conductor se beneficia de un asiento deportivo, con ‘petalos’ laterales más prominentes, pero con una dosis de confort más que suficiente para pasar mucho tiempo en él. También vienen de fábrica los programas de conducción del sistema Audi drive select: efficiency, comfort, auto, dynamic e individual.
Este último es personalizable y permite variar la respuesta del acelerador, el funcionamiento de la transmisión y el sonido del motor (artificial, a través de los altavoces). Y a la hora de vincular el teléfono móvil, el sistema Audi smartphone interface, compatible con Android Auto y Apple CarPlay, no implica un sobreprecio.
En el caso del Q2 S line, la suspensión es fija y algo más deportiva, ya que reduce en 10 milímetros la altura libre al suelo del vehículo. Tampoco hay que pagar más por la Dirección Progresiva, o de desmultiplicación variable. Por su parte, el equipo de frenos, con un buen tacto, está conformado por discos ventilados delanteros y macizos traseros.
Tras ponernos en marcha, comprobamos una vez más el buen hacer del propulsor de cuatro cilindros 1.5 TSI, que ofrece un interesante par máximo de 250 Nm desde tan solo 1.500 vueltas. Además de un considerable empuje, sube de vueltas con total suavidad, así que resulta muy agradable en cualquier circunstancia.
El buen rendimiento mecánico se traduce en unas prestaciones perfectas para recorridos interurbanos: 218 km/h de punta y una aceleración de 0 a 100 en 8,6 segundos. En cuanto al consumo, lo normal es estar en el entorno de los 7,0 litros cada 100 kilómetros en un uso mixto, aunque este propulsor es bastante sensible al uso deportivo.
Como el motor no tiene apoyo eléctrico, carece de la etiqueta Eco de la DGT. De hecho, la gama completa del Q2 solo ofrece el distintivo C, lo que quizá sorprenda para un vehículo pensado principalmente para la ciudad.
Por tacto dinámico, el SUV germano tiene reacciones propias de un coche más bajo y eso es la mejor señal de que se ha trabajado muy bien en la configuración. La suspensión más deportiva no resulta agotadora y, a cambio, sujeta fenomenal la carrocería y permite enlazar curvas con bastante efectividad.
De hecho, gracias a la Dirección Progresiva, no tenemos que ‘manotear’ con el volante, lo que hace más fácil concatenar cambios de trayectoria. En definitiva, es un todocamino divertido, con un punto dinámico destacado y que, como buen Audi, se conduce bastante fácil, incluso buscando el límite de agarre. Para los que necesiten una dosis extra de motricidad, hay disponibles versiones con tracción total quattro mediante un embrague multidisco Haldex.
El precio del Audi Q2 35 TFSI S line S tronic asciende a 37.440 euros, más todo el equipamiento extra que quieras añadir. Como decíamos antes, fíjate en los diferentes paquetes que la marca proporciona, porque vas a sacar bastante ventaja en términos económicos. La gama comienza en 31.950 euros. Nadie dijo que un coche premium fuera asequible….
