Aunque en España no fuera muy popular, el Mini Moke fue en otros países un coche de culto. Fue lanzado hace 60 años (los cumple en 2024) como una herramienta de la que se valió el ejército británico, pero pronto se convirtió en un símbolo de la placentera y relajada conducción cerca de la costa, teniendo una acogida muy buena en países como Francia (donde después triunfaría el Mehari, de Citroën), Australia, Estados Unidos…
Mengers.
Desde un punto de vista mecánico y de chasis se trataba de un Mini convencional, solo que con una carrocería buggy. Y resultaba tosco, espartano e incluso podríamos decir que feo, pero eso no significaba que no tuviera un enorme encanto.
No todo son clásicos
Mengers.
La preparación consiste en la supresión de las puertas laterales y el pilar B (el que hay entre puerta y aleta trasera), de forma solo es necesario sortear un pequeño ‘escalón’ para verse dentro del habitáculo.
Más rigidez
Mengers.
No hay posibilidad de que este nuevo Mini Moke (lo llamamos así, aunque no lleve el ‘sello oficial’ de Mini) equipe motor eléctrico, entendemos que más por la complicación de ubicar la batería que el propulsor (o los propulsores).
Hasta 250 CV
Mengers.
Imaginamos que en su configuración más potente, y con la tracción total, este nuevo Moke se convierte en una auténtico buggy para sortear las dunas, aunque esto se evidenciará sobre todo si se elige con suspensiones elevadas (también se puede solicitar con nada menos que 50 mm de rebaja, para dejarlo pegado al asfalto) y neumáticos todoterreno, lo que de paso conlleva la incorporación de unos voluminosos y ensanchados pasos de rueda.
Porque la libertad de configuración es una de las claves de Mengers y esto implica multitud de colores exteriores e interiores, mecánicas, estilo del coche (más campero o de asfalto), materiales, sistemas de infoentretenimiento y, como ellos dicen, todo aquello que la imaginación y la ITV nos permita.