A pesar de estar hecho en Corea, el Ssangyong Rexton tiene dimensiones que solo se encuentran al otro lado del Atlántico
Ssangyong Rexton / Ssangyong
El éxito en taquillas de las películas de Marvel lo atestigua y es precisamente gracias a Hollywood que se han extendido algunas imágenes a lo largo del planeta. Una de ellas es el SUV grande como sinónimo de éxito.
En EEUU, la gasolina es mucho más barata que en Europa y el asfalto está peor mantenido. Existen menos limitaciones a la hora de llevar a cabo las actividades todoterreno y es inevitable que sus vehículos más vendidos sean las pick-up enormes como la Ford F-150 o la Chevrolet Silverado.
Lo primero que observas al enfrentarte al nuevo Ssangyong Rexton es su tamaño colosal. El primer pensamiento que te invade al sacarlo del concesionario y juntarlo en las calles con otros conductores es: «¿Pero esto cabe por aquí?». Es un pensamiento recurrente y prácticamente constante.
Lo sorprendente es que la mayoría de las veces sí, eso cabe por ahí. Entre los extremos del carril, sobra algo de margen a cada lado, pero el Rexton es un curso relámpago en como ocupar el centro de la vía sin invadir las demás. A pesar de sus dimensiones, el SUV es sorprendentemente manejable y cabe en los estacionamientos de Madrid sin grandes dificultades.
El motor que lo impulsa es un diésel de 2.1 litros y 202 caballos de potencia. Entrega, como es de esperar en un todoterreno grande, par suficiente para sortear obstáculos fuera del asfalto, concretamente 360 Nm. El cambio automático responde como toda transmisión automática debería hacerlo: sin que se sepa que está ahí.
Posiblemente, el mayor punto en contra que tiene el Rexton es que su sistema multimedia y algunas funciones están una generación por detrás de otras ofertas actuales en el mercado. Por ejemplo, mi teléfono no se emparejaba automáticamente al Bluetooth al arrancar. Imperdonable.
El fabricante coreano acaba de reestructurar su deuda y ha salido vivo de una travesía en el desierto, que comenzó en abril de 2021. Ahora, aseveran que su prioridad es «la electrificación y volver rápidamente a la senda del beneficio». Quizás hacer grandes SUV para que los europeos se sientan un poco más vaqueros de Minnesota sea la respuesta.
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