Fisker actualmente solo comercializa el SUV eléctrico Ocean, aunque ya ha presentado un par de modelos más que pretende lanzar al mercado en los próximos años
El fabricante californiano acaba de anunciar que la producción de su SUV eléctrico Ocean en la planta austriaca de Graz se detuvo este pasado lunes 18 de marzo, y seguirá paralizada durante al menos seis semanas más. Una drástica decisión que la compañía se ha visto obligada a tomar para evitar la posibilidad de encontrarse en una situación de bancarrota en un futuro más o menos cercano.
Fisker alertó hace ya algunas semanas de la complicada situación financiera que estaba atravesando, lo que podría llegar a provocar la paralización de la producción del SUV Ocean como finalmente ha ocurrido. Algunos reportes publicados por reconocidos medios económicos llegaron incluso a afirmar que la compañía se había puesto en contacto con un equipo de consultores con el objetivo de recibir el asesoramiento necesario para afrontar una posible situación de insolvencia.
Se abre una nueva vía que podría hacer posible la continuidad de la firma californiana
En la nota de prensa más reciente de la compañía, Fisker afirma ahora que ha iniciado conversaciones con un gran fabricante de automóviles. La operación sobre la que se estaría negociando supondría una importante inversión de este fabricante para el desarrollo conjunto de una o varias plataformas para vehículos eléctricos y su posterior proceso de producción.
Los rumores más recientes publicados en varios medios internacionales relacionados con el mundo del motor señalan, precisamente, que este fabricante podría ser Nissan. La inversión de la firma japonesa haría posible por un lado la viabilidad de Fisker y, por el otro, permitiría a Nissan disponer de una nueva plataforma por sus futuras pickups eléctricas. No obstante, aunque estas conversiones parecen estar ya muy avanzadas, por el momento el acuerdo final todavía no se ha producido.