Estos días estamos escuchando tambores de quiebra en una de las nuevas startups de coches eléctricos Hablamos de Fisker, que camina hacia la bancarrota. Un caso que hemos visto anteriormente en otras iniciativas, pero que tiene elementos dignos de una serie de Netflix, con un producto mal terminado y un youtuber ultrafamoso que le ha hecho una prueba con nefastas consecuencias.
Este vídeo acumula 4.9 millones de visualizaciones, y en el Marques hace un repaso sin paliativos a un Ocean que se demuestra como un producto sin terminar en muchos aspectos. Desde un desastroso software, que provoca situaciones tan ridículas como el contar con un techo dotado de placas fotovoltaicas, pero que nadie sabe para qué sirven. No recargan la batería de tracción ni alimentan el equipo auxiliar.
Otras cosas extrañas es la limitación en el número de veces que se puede usar el sistema de lanzamiento en la aceleración. En total se puede usar 500 veces. Algo que resulta bastante absurdo.
Una montaña de problemas, muchos de ellos relacionados con un software a medio terminar, que ha dado como resultado una muy mala crítica por parte del probador, que como vemos, lo ha catalogado como el peor coche que ha probado nunca.
¿Ha sido esto determinante en la dinámica actual de Fisker? Pues la verdad es que es difÃcil de saber, pero ha ayudado de forma significativa y se ha sumado a otros como las malas cifras de sus balance económico, con unas pérdidas importantes en el ejercicio pasado: 800 millones de euros en 2023, y con apenas 140 millones de euros de liquidez en caja.
Fisker Ocean
Y es que a pesar de todo, Fisker ha vendido más de 4.000 unidades. Pero no ha sido capaz de realizar las entregas por factores como las cancelaciones, pero también por la falta de personal debido a los despidos que han dejado muchas operaciones a medio hacer.
Un esperpento que ha tenido como resultado que incluso algunos propietarios se hayan llevado una unidad a casa sin tener que pagarla, o algunos justo lo contrario, la han pagado pero no se la han entregado.
Una dinámica mortal que ha derrumbado el valor de Fisker en bolsa, y que salvo sorpresa de última hora, llevará a la marca a la bancarrota, y que está teniendo consecuencias como el lanzamiento de ofertas a la desesperada con descuentos de hasta el 50% para unidades en stock.