El futuro de Fisker está en la cuerda floja y este revés podría ser el último para tumbar definitivamente a la compañía
Fisker ha sufrido un duro golpe recientemente, ya que se reporta que miles de clientes han cancelado sus reservas de vehículos eléctricos hasta la fecha, generando una ola de noticias negativas en un momento crítico mientras la compañía busca desesperadamente financiación para mantenerse a flote.
“Se han cancelado más de 40.000 de las más de 70.000 reservas para el Fisker Ocean hasta la fecha”, menciona el artículo. Esto sugiere que las cancelaciones han estado ocurriendo durante algún tiempo, ya que según las métricas internas, Fisker ha tenido un promedio de 70 a 80 cancelaciones por día en una semana reciente.
Es un revés significativo para una empresa que necesita urgentemente generar más ingresos. Fisker debe reembolsar parte de la tarifa que los clientes pagaron al reservar un vehículo, la cual es de $250 por reserva. Según el sitio web de Fisker, este monto es reembolsable, excepto por una tarifa de procesamiento de $25.
Hasta la fecha, Fisker ha entregado más de 6.000 vehículos eléctricos desde que lanzó su SUV Ocean en junio del año pasado, de acuerdo con las métricas vistas por Business Insider.
La semana pasada, Fisker redujo los precios del Ocean en casi un 40% para impulsar las ventas, con la opción más económica, el Ocean Sport, disponible por 24.999$ – una diferencia de casi 14.000$ con respecto a su precio de venta regular de 38.999$. El Ocean Extreme redujo 24.000$ de su precio inicial de 61.499$ a 37.499$.
Fisker produjo más de 10.000 vehículos eléctricos el año pasado, muy por debajo de los 42.400 originalmente prometidos, pero solo entregó alrededor de 4.700. Aún así, su precio de acciones se disparó a finales del año pasado, lo cual fue un impulso muy necesario para la compañía.
Fisker ha estado al borde durante meses, después de reducir su orientación de producción el año pasado mientras luchaba por aumentar las entregas y enfrentaba avisos de incumplimiento de Nasdaq este año. La compañía ha enfrentado una larga lista de problemas y retrasos para entregar sus vehículos eléctricos a los clientes que ya habían pagado por ellos.