Tras su primer restyling, el modelo alemán sigue atesorando unas cualidades muy apetecibles.
El Volkswagen T-Roc es un modelo relativamente reciente. Lo conocimos en el año 2017, aunque se comercializó a partir de 2018. Y ahora, ya ha sufrido su primera actualización, con ligeros retoques estéticos y de equipamiento, pero manteniendo unos buenos argumentos mecánicos.
De esta forma, el renovado T-Roc 2022 luce una nueva imagen que se traduce en elementos como los paragolpes, la parrilla, el difusor aerodinámico trasero y los pilotos posteriores, con una nueva distribución de sus funciones. En resumen, pequeños cambios de Volkswagen que consiguen refrescar la identidad visual del modelo alemán.
Galería: Volkswagen T-Roc R-Line 1.5 TSI 150 CV DSG
En el apartado mecánico, el T-Roc sigue ofreciendo una amplia cartera de opciones, tanto de gasolina, como de ciclo diésel. En nuestro caso, conducimos la versión 1.5 TSI de 150 CV junto con la transmisión automática de doble embrague DSG, de 7 velocidades. Una combinación a la que no se le pueden poner pegas, sin duda alguna. Con una velocidad máxima de 207 km/h y una aceleración de 8,3 segundos, el modelo alemán asegura unas prestaciones más que aceptables. Todo ello, con una cifra de consumo medio oficial de 6,4 litros cada 100 km.
Una vez en movimiento, el T-Roc muestra un buen hacer notable, en el que influyen la buena puesta a punto del chasis, el tacto equilibrado de la suspensión, así como una dirección asistida aplomada, que se compenetra muy bien con el buen pisar del eje delantero (esta versión no equipa el sistema de tracción total 4Motion reservado para las versiones más potentes). Una suma de factores que consiguen un magnífico sabor de boca en términos dinámicos y que sitúan al T-Roc como uno de los referentes de la categoría.
En el habitáculo también apreciamos novedades. Cabe destaca elementos como el volante multifunción con mandos de control táctiles, el nuevo material de la parte alta del salpicadero, que transmite mayor calidad o el tamaño de las pantallas digitales que aumentan hasta los 9,25 pulgadas, en el caso del sistema multimedia y hasta las 10,25 pulgadas, para la instrumentación digital Volkswagen Digital Cockpit Pro.
También llama la atención el nuevo sistema operativo MIB3, con conexión on line permanente y que es compatible con los protocolos Android Auto y Apple CarPlay, algo que valorarán positivamente, los clientes más jóvenes.
Los asientos delanteros, a pesar de su aspecto deportivo recogen muy bien el cuerpo y aseguran un grado de comodidad más que aceptable. La luminosidad que se transmite al habitáculo también refuerza esa sensación de amplitud y se ‘apoya’ en elementos como el techo solar panorámico. Detrás, dos adultos tienen espacio más que de sobra para viajar, aunque la plaza central queda relegada a desplazamientos breves, como suele suceder con la mayoría de rivales de esta categoría.
La dotación de serie del acabado R-Line es contundente, ofreciendo los elementos de confort y seguridad más habituales en un coche moderno. No obstante, aquellos conductores más exigentes, que necesiten ‘añadir’ algún gadget pueden completar la dotación con elementos útiles como los asientos con calefacción, la carga inalámbrica para el teléfono móvil, la suspensión adaptativa DCC o la tapicería de cuero Napa-Carbon, por citar solo algunos ejemplos.
Toca hablar del precio y este T-Roc R-Line 1.5 TSI 150 CV DSG 2022 anuncia un precio de partida de 36.785 euros, sin tener en cuenta las promociones del fabricante. Una vez aplicadas, esa cantidad se reduce hasta la barrera de los 33.000 euros, aproximadamente, lo que hace que este SUV sea un poco más atractivo, aunque no un modelo al alcance de cualquier bolsillo, eso es cierto. Es el precio a pagar por disfrutar de uno de los SUV urbanos más familiares y completos de la actualidad.
Volkswagen T-Roc R-Line 1.5 TSI DSG
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