BYD Dolphin
El Dolphin que llegará a nuestro mercado es un compacto de 4,29 metros de largo con una distancia entre ejes de 2,70 metros y un maletero de 345 litros. Algo que le coloca directamente en el segmento C, uno de las más importantes en el viejo continente, donde competirá contra rivales como el MG 4 y el Volkswagen ID.3.
Pero si echamos un vistazo a la versión china, vemos como su cuerpo es nada menos que 17 centímetros más corto.
Podríamos pensar que el cambio tiene relación con la parte mecánica. Y es que en China el Dolphin está disponible en versión de acceso con motor de 70 kW, y una deportiva de 130 kW. En ambos casos alimentados por una batería Blade de 45 kWh.
En Europa cuenta con un motor más potente, 150 kW, y una batería de más capacidad, 60 kWh. Por lo tanto tiene la misma configuración que su hermano el Atto 3. Un modelo de 4.46 metros de largo, o 17 centímetros más que el Dolphin. Curiosamente, la misma diferencia entre el Dolphin chino y el europeo.
Además, en las fotos podemos ver como la diferencia de tamaño se ha centrado principalmente en un morro que ha crecido de forma sustancial, y un parachoques trasero también algo más grueso. Lugares poco susceptibles de alojar ningún equipamiento adicional.
Dolphin chino arriba, europeo abajo
¿Por qué el Dolphin europeo ha crecido 20 centÃmetros? La única explicación es que BYD busca situar a su nuevo modelo en un segmento más alto para justificar un precio algo más elevado también.
Y es que no es lo mismo un compacto del segmento B por 30.000 o 35.000 euros, que un compacto del segmento C, y donde los clientes del viejo continente están más cómodos y donde podrán aceptar de mejor manera un precio más elevado.
También puede ser una estrategia para poder mantener una diferencia más contenida con su hermano el BYD Atto 3, desde 41.400 euros en España, así como poder justificar mejor la llegada del Seagull, su propuesta más económica, que de esa forma podrá ocupar el espacio del Dolphin chino en rango de precios de entre 20.000 y 25.000 euros.