Hace unos días conocíamos las noticia de que Audi estaba cerrando un acuerdo estratégico con el fabricante chino SAIC, para entre otras cosas, acelerar el desarrollo de sus nuevos coches eléctricos. Ahora es la empresa matriz, Volkswagen, la que ha realizado un movimiento de cara a aprovechar el rápido crecimiento de los fabricantes de coches eléctricos chinos, con la adquisición de un porcentaje de Xpeng Motors.
Al mismo tiempo, como parte de la cooperación estratégica a largo plazo, el Grupo Volkswagen aumentará su inversión en Xpeng Motors en aproximadamente 700 millones de dólares, lo que una vez completada la operación, permitirá al fabricante alemán contar con un asiento en la junta directiva de Xpeng.
Desde Volkswagen se ha indicado una de las razones para este acuerdo. El software. Un apartado donde los fabricantes chinos han avanzado a toda velocidad, con muchos tropiezos por el camino, pero aprendiendo a marchas forzadas hasta lograr un sistema de lo más pulido.
Un acuerdo que permite acortar los plazos de desarrollo de los modelos en dos o tres años, y que sin duda supone un espaldarazo para un proyecto de Xpeng Motors que estaba algo tocado en los últimos meses por las modestas cifras de ventas, mejoradas con la que ha sido denominada «última esperanza» el Xpeng G6.
Una propuesta de la que dependía en gran manera el futuro de una marca que no para de perder dinero, algo habitual en las startups, pero que también estaba sufriendo un estancamiento de las matriculaciones, y que se ha convertido en un éxito de ventas en sus primeras semanas.
