Se acabó para siempre el Mini Clubman
Con ello, la firma británica puso fin a la producción de esta singular carrocería de cinco puertas y cajuela extendida que, hasta ahora, se ofrecía dentro de la gama como opción para quienes necesitasen más espacio para pasajeros y equipaje.
Terminado en un tono naranja, la última unidad protagonizó una emotiva fotografía familiar junto a los trabajadores de la planta y otros dos Mini Clubman, pertenecientes uno a la generación 2015 del modelo, y otro al Clubman lanzado por la antigua BMC en 1970.
La variante Clubman quedó asociado a la variante más espaciosa y práctica del Mini, y así lo entendió la renacida Mini bajo el auspicio de BMW cuando se propuso recuperar el Clubman en 2007, a base de alargar la carrocería del Mini One para introducir una gran cajuela, custodiada por una pareja de puertas posteriores en compás, junto a una puerta lateral semioculta que mejoraba el acceso a la segunda fila de asientos.
Finalmente, a partir de 2015 Mini reubicaría el Clubman dentro de su gama como una opción más cercana a la fórmula clásica de coche compacto con cinco puertas y cinco plazas.