El Grupo Volkswagen se enfrenta a dos demandas por el incendio del Felicity Ace, cerca de las Azores, en el que se hundieron con el barco cerca de 4.000 vehículos, entre los cuales unos 1.100 Porsche, casi 200 Bentley y varios Lamborghini.
En este caso, si bien hay dos demandas distintas, en total hay media docena de demandantes, entre ellos Mitsui OSK Lines Ltd., el operador del buque, y Allianz SE, una de las aseguradoras del barco.
Según ha calculado el consultor de modelos de riesgo Russell Group, el valor de los cerca de 4.000 modelos que transportaba el buque asciende a 401 millones de dólares; unos 353 millones de euros. Mientras que la pérdida del carguero podría costarle al fabricante de automóviles al menos 135 millones de euros en las demandas.
El Felicity Ace transporta a Estados Unidos 189 Bentley, 1.110 Porsche y el último lote de Lamborghini Aventador. Para satisfacer todos los pedidos de los clientes, Porsche como Bentley tuvieron que volver a fabricar los modelos hundidos, mientras que Lamborghini tuvo que reanudar la producción del Aventador, la cual había ya finalizado.
Mover coches eléctricos en barco se está convirtiendo en un problema
El accidente ocurrido al Felicity Ace y a otros barcos, como el Fremantle Highway, ponen de manifiesto la necesidad de cambiar los protocolos y la manera de transportar los coches eléctricos en un buque cerrado.
El transporte aéreo, tras varios incidentes, como el de un vuelo de UPS en 2010, tomó medidas para el transporte comercial por avión de las baterías de iones de litio y productos que las contengan.
En el caso del transporte marítimo de coches eléctricos, como recordábamos con motivo del rescate del Fremantle Highway, la disposición de mantas térmicas, una formación adecuada para la tripulación, una mayor distancia entre los vehículos o la implementación de puentes compartimentados con cortafuegos en la bodega, para evitar que el fuego se propague, o cámaras térmicas en la bodega son algunas de las soluciones que comienzan -o deberían comenzar- a instalarse en los grandes barcos que transportan vehículos eléctricos.