- La evolución del McLaren 720S llevada al extremo
- McLaren 765lt Spider
- Un rendimiento que no se experimenta a menudo
- McLaren 765lt Spider
- Un interior austero e inspirado en la competición, pero con un sistema multimedia mejorable
- McLaren 765lt Spider
- Un superdeportivo para acelerar el corazón. Lo demás, es indiferente
- McLaren 765lt Spider
McLaren 765lt Spider. Rodrigo García Vita – Banzai Motorsport
McLaren 765lt Spider. Rodrigo García Vita – Banzai Motorsport
Rodrigo García Vita – Banzai Motorsport
Interior del McLaren 765lt Spider. Rodrigo García Vita – Banzai Motorsport
Rodrigo García Vita – Banzai Motorsport
No todos los días se tiene la oportunidad de escribir una prueba del McLaren 765lt Spider después de haberlo conducido y disfrutado como un niño. De hecho, lo raro es tener la oportunidad de conducir un McLaren o, directamente, un superdeportivo.
Me he resistido a titular la prueba con un ‘soberano aparato’, porque esta famosa expresión queda en confianza entre nosotros, pero eso es lo que es el McLaren 765lt Spider. El último bólido de la dinastía LT (longtail) de la marca británica y que comenzó en un lejano 1995 con el McLaren F1 GTR que venció en las 24 Horas de Le Mans.
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Pero no nos vayamos por las ramas de la historia y hablemos de este coche capaz de devorar metros de asfalto sin parar.
La evolución del McLaren 720S llevada al extremo
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McLaren 765lt Spider
El McLaren 765lt toma la base de su hermano pequeño, el McLaren 720S, para aumentar aún más las capacidades de una estructura que cumple con la normativa GT3. Mismo motor y mismo chasis, pero con sustanciales mejoras que producen unas cifras que no dejan indiferente a nadie.
Su motor M840T V8 biturbo de 4,0 litros genera 765 CV y 800 Nm de par máximo a las 5.500 rpm. Puede realizar el 0 a 100 km/h en solo 2,8 segundos y el 0 a 200 km/h en 7 segundos. Todo ello con una velocidad máxima de 330 km/h.
A esto ayuda, por supuesto, su caja de cambios automática SSG (Seamless Shift Gearbox) de doble embrague lubricado y 7 velocidades, con un ínfimo tiempo de respuesta y capaz de trasladar toda la potencia al eje trasero sin problemas.
En el caso de la unidad que pude conducir del McLaren 765lt, que fue Spider, su peso se incrementa un poco respecto a la versión coupé, con 1.463 kg. De largo mide 4.600 mm, 2.161 mm de ancho y unos escasos 1.159 mm de alto (con las puertas cerradas).
Un coche grande e imponente donde la fibra de carbono es el material principal, tanto en el kit aerodinámico (splitter frontal, taloneras, difusor…) como en su chasis monocasco o en el interior.
Un rendimiento que no se experimenta a menudo
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McLaren 765lt Spider
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Como en la gran mayoría de superdeportivos de este estilo, la sensación de control y seguridad es bastante alta. Lo que no quita que al conducir uno, el nivel de concentración y sensibilidad se deba multiplicar.
La dirección es dura, al igual que su pedal de freno, recordando a coches de competición (porque prácticamente, lo es). El coche es directo en la entrega de potencia (con un turbo-lag inapreciable debido a la configuración dual para el espectro de revoluciones) y se dirige a las curvas con estabilidad.
Sus neumáticos Pirelli PZero Trofeo R de 245/35/19 delante y 305/30/20 detrás proporcionan una gran estabilidad, pero no hay que confiarse. En las salidas de curva y aceleraciones fuertes, la trasera se balancea hacia los lados. Algo que puede asustar enormemente a tu acompañante, pero que con un contravolante y gas progresivo, solucionas sin mayores problemas.
La potencia del coche, combinada con su escaso peso, asusta. Pero cuando el corazón se acelera, aumenta la concentración. Su suspensión de doble horquilla adaptativa y el sistema Proactive Chassis Control II asientan el coche al asfalto, mientras es succionado también por la aerodinámica.
Frenada delantera del McLaren 765lt Spider. Rodrigo García Vita – Banzai Motorsport
Es uno de esos coches que jamás pensarías que pueden ir tan rápido en una curva, pero lo hace. Y cuando necesites frenar, tienes dos sistemas listos para calibrar la velocidad del coche en unas décimas de segundo.
El McLaren 765lt Spider posee discos carbocerámicos de 390 mm delante con pinzas de aluminio monobloque de 6 pistones. Detrás, monta discos de 380 mm con pinzas de aluminio de 4 pistones. Y a ello, por supuesto, hay que añadir el alerón trasero activo, capaz de actuar de aerofreno en las reducciones.
Un interior austero e inspirado en la competición, pero con un sistema multimedia mejorable
Interior del McLaren 765lt Spider. Rodrigo García Vita – Banzai Motorsport
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McLaren 765lt Spider
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Seamos claros: hay cosas que no se pueden criticar en estos coches. Si te compras un superdeportivo, los consumos te van a dar exactamente igual. O que sea extremadamente bajo (algo que se soluciona con su bendita suspensión neumática), o que no tenga guantera en el interior.
No, no tiene guantera. Y de base, ni si quiera viene con aire acondicionado y equipo de audio (aunque puedes añadirlo sin sobrecoste). Pero es que es un coche para los circuitos, para disfrutar de la conducción. Y para reducir peso al máximo, claro.
En el caso de mi unidad, sí vino con estos ‘lujos’ que, honestamente, apenas llegué a usar. Sí, alguna vez puse Spotify y mi playlist favorita, pero en cuanto escuchas rugir el V8 a tus espaldas, bajas instintivamente el volumen. Prioridades auditivas, diría yo.
Los asientos estilo baquet son enormemente cómodos, al igual que el volante (de lo mejor que he probado jamás), enteramente construido en fibra de carbono y enfundado en cuero para mejorar un agarre que, si bien es perfecto, quizá se hecha en falta el tacto de la tela de alcántara y un centrador en la parte superior.
Las levas, por otro lado, acompañan al volante y los movimientos de las manos. Son largas y cómodas en la sensación de activación, y la caja de cambios responde inmediatamente a tus demandas.
Realmente, apenas hay botonería interior. Las palancas del tipo de movimiento (avance, marcha atrás y neutral), control de las luces, freno de mano, posición del volante, controles de los modos de conducción (Confort, Sport y Track) y configuración de asistencias en ruletas, del techo targa y, finalmente, la pantalla multimedia.
Una pantalla que, siendo honestos, decidí no tocar para no ponerme muy nervioso con un software realmente mejorable y que no incluye Apple CarPlay o Android Auto. Algo que sí hacen Ferrari o Lamborghini, por ejemplo.
Efectivamente es un coche de carreras, y alguno puede decir que ‘no es necesario conectar tu smartphone al coche con estos sistemas’. En efecto, llevas razón. Pero ya que McLaren se tomó la molestia de incorporar una pantalla multimedia en el coche, por el medio millón de euros de su precio, hubiese sido un detalle sensacional.
Un superdeportivo para acelerar el corazón. Lo demás, es indiferente
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McLaren 765lt Spider
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Sin embargo, la ausencia de comodidades reales, tener problemas para pasar los badenes y un consumo urbano de más de 24 litros a los 100 kilómetros mientras te diriges a la carretera (donde llegué a marcar 11,6 litros de media yendo alegre), no importa. Este coche está fabricado para solo una cosa: devorar asfalto.
La belleza de la carrocería es enorme, y el rendimiento mecánico es envidiable. Sentir como se comprime tu pecho en la aceleración o como el bólido llega a deslizar levemente en las curvas a alta velocidad, es una experiencia que, precisamente, McLaren abandera.
Eso es lo que vende la marca británica con coches como el McLaren 765lt Spider. Sensaciones, estilo y deportividad.
Si lo tuyo son las rutas por sinuosas carreteras, los trackdays, y te sobran 500.000 euros en la cuenta bancaria… Quizá este McLaren 765lt te hará la persona (o al menos, el piloto) más feliz del mundo. Y teniendo en cuenta todos sus aspectos, apunta maneras para convertirse un futuro coche clásico bien cotizado.
