En España solo estará disponible mediante una fórmula de renting.
- Galería: Toyota bZ4X, prueba
- Tracción delantera o total
- Un vistazo al interior
- Desde 599 euros al mes
El pasado mes de diciembre, el gigante japonés Toyota desveló su primer SUV eléctrico, el llamado Toyota bZ4X, y aunque no llegará a los concesionarios hasta finales de este año 2022, ya hemos podido ponernos al volante del modelo durante su presentación en Dinamarca, para contarte todos sus secretos.
Este todocamino de cero emisiones es uno de los muchos productos de la marca que contribuirán a la descarbonización completa de Toyota, prevista para el año 2050, para lo cual será fundamental una gama totalmente electrificada, que actualmente cuenta con vehículos híbridos, híbridos enchufables, de pila de combustible de hidrógeno y este primer eléctrico.
Galería: Toyota bZ4X, prueba
De dimensiones similares a un Toyota RAV4, aunque ligeramente más largo (+9 cm) y bajo (-6 cm), el bZ4X mide 4,69 metros de longitud y tiene una distancia entre ejes de 2,85 metros. Este último dato supone un incremento de 16 cm frente al RAV4, lo que se traduce en una habitabilidad interior mejorada.
El nuevo eléctrico de la casa está basado en la plataforma eTNGA, dedicada a vehículos eléctricos, en la que la batería forma parte de la estructura del vehículo y contribuye por tanto a la rigidez del conjunto. Además, al estar instalada en la parte inferior del coche, rebaja notablemente el centro de gravedad con respecto a modelos convencionales.
A nivel estético, como puedes ver, tiene un aire moderno y diferente al del resto de modelos de la casa, aunque quizá no sea para todos los gustos. En cualquier caso, vayamos a la parte con más sustancia.
Tracción delantera o total
En ambos casos la batería de iones de litio tiene una capacidad bruta de 71,4 kWh (Toyota no ha querido especificar la cifra neta), lo que permite una autonomía de entre 436 y 516 kilómetros para el 4×2, y de entre 411 y 470 kilómetros en el caso del 4×4, en función del equipamiento y del tamaño de llanta.
El cargador de a bordo del bZ4X es de 11 kW de serie, lo que significa que en un wallbox se puede recuperar el 100% de carga en 6 horas y media. Por su parte, en un enchufe doméstico la carga completa lleva unas 31 horas, si bien está disponible la carga rápida con corriente continua (CCS2) a un máximo de 150 kW, lo que facilita pasar del 0 al 80% de la batería en 30 minutos.
Por otro lado, Toyota hace hincapié en las mejoras a nivel de seguridad, ya que el llamado Toyota Assist incluye avances como una cámara frontal con mayor resolución y alcance, un radar capaz de detectar obstáculos a menor distancia o un nuevo sistema de detección del nivel de atención del conductor, basado en una cámara instalada en la columna de dirección, cuyo funcionamiento habrán de afinar, puesto que los avisos son casi constantes.
En 2023 la marca ofrecerá también la nueva dirección ‘by wire’ o ‘One Motion Grip’, que contará con un volante tipo ‘yoke’, como el que también equipará el Lexus RZ, o un techo solar fotovoltaico capaz de generar 225W de potencia, que en parado alimenta la batería (pudiendo ganar algo de autonomía) y en marcha los sistemas auxiliares del vehículo.
Un vistazo al interior
En el habitáculo del bZ4x llama la atención la nueva pantalla multimedia flotante de 12,3 pulgadas, que resulta bastante grande, y sobre todo lo voluminoso tanto de la propia consola central como de la columna de dirección y la instrumentación. Esta última, de 7,0 pulgadas, ha sido diseñada para el volante sin aro (‘One Motion Grip’), y de ahí su elevada posición.
Por lo demás, hay tapizados en tela que resultan interesantes, molduras en negro piano (algo muy de moda pero que no nos convence) y mandos físicos para la climatización, lo cual se agradece. Es cierto que algunos mandos desentonan, como los botones para la calefacción de los asientos traseros, que son muy sencillos y de aspecto simplón.
Dando el paso a la parte trasera, el espacio es correcto para dos adultos, y mejor en cuanto a hueco para las piernas que para la cabeza, si bien la plaza central es algo estrecha. Como en muchos eléctricos, el hecho de que la batería vaya instalada en la parte baja del vehículo hace que el suelo del habitáculo trasero sea más elevado de lo habitual, lo que nos lleva a tener una postura diferente, con las rodillas más altas. Por último, el maletero ofrece una capacidad de 452 litros, sensiblemente inferior a la del RAV4 (entre 520 y 580 litros), a pesar de tener mayor longitud exterior.
Al volante
Ya en marcha, el bZ4X demuestra todas las bondades propias de los eléctricos, como la suavidad de marcha, la ausencia de ruidos (más allá del aerodinámico que generan los grandes retrovisores) y, en este caso, además, una gran comodidad y un buen nivel de aplomo, en cualquier circunstancia. El tacto de los diferentes controles es bueno, incluso el del pedal de freno, que en modelos híbridos y eléctricos en ocasiones no resulta muy natural.
Uno de los aspectos que más llama la atención del bZ4X es su tremenda capacidad de aceleración, algo que es común a casi todos los eléctricos por su inmediata entrega de par motor. Sobre el papel, esta versión de tracción a las cuatro ruedas despacha el 0 a 100 km/h en 6,9 segundos, aunque lo cierto es que la aceleración se siente incluso más contundente todavía. Sin duda acelera lo suficiente como para dejarte pegado al asiento.
Por defecto, el nivel de recuperación de energía del modelo es bastante bajo, ya que apenas retiene al levantar el pie del acelerador y permite por tanto conservar la inercia del vehículo, aunque hay un botón en la consola que aumenta el nivel de retención. En todo caso, no nos parece que sea suficiente como para llevar a cabo una conducción de pedal único.
Durante nuestra prueba en Copenhague, Dinamarca, logramos un consumo ligeramente superior a 18,0 kWh/100 km, en línea con lo que homologa la versión 4WD Style Plus que probamos, en un uso urbano y extraurbano, eminentemente. En este entorno, y si buscamos la máxima eficiencia, podríamos acercarnos a los 411 kilómetros de autonomía homologada.
Desde 599 euros al mes
Como ya sabíamos, este nuevo Toyota bZ4X estará disponible en España solo mediante una fórmula de renting, a través de Kinto One, lo que significa que no hay un precio oficial de tarifa para el modelo, ya que al menos por ahora no se puede adquirir, aunque es posible que en un futuro la marca se plantee añadir más opciones.
De momento, el precio base para un renting de cuatro años (48 meses) y 40.000 kilómetros/año es de 599 euros al mes, para la versión Advance y 2WD, con una entrada de 3.914 euros, sin tener en cuenta el plan MOVES 3. En acabado Style Plus, hablaríamos de 650 euros al mes, mientras que las versiones 4WD anuncian 650 y 699 euros/mes (Advance y Style Plus, respectivamente).
El acabado Advance incluye ya faros Bi-LED, llantas de aleación de 18 pulgadas, portón trasero eléctrico, instrumentación digital de 7,0 pulgadas, sistema multimedia con pantalla de 12,3 pulgadas, cargador integrado de 11 kW, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, asientos frontales calefactables, tapicería de tela y cuero sintético, o cargador inalámbrico para teléfonos móviles, por ejemplo.
El siguiente escalón o Style Plus añade llantas de 20 pulgadas, faros Multi LED, barras de techo, carrocería en acabado bicolor (que combina el negro con rojo, gris, azul, plata o blanco perlado) o techo panorámico Skyview, por ejemplo.
Por último, Toyota ofrece también la posibilidad de instalar un wallbox de carga en el garaje del cliente (monofásico de 7,4 kW o trifásico de 22 kW), a través de Iberdrola o Endesa, con un precio de 1.695 euros (509 con plan MOVES 3) en el primer caso y de 1.935 euros en el segundo (580 con plan MOVES 3).
Las primeras 200 unidades reservadas comenzarán a entregarse en el mes de diciembre de 2022, mientras que los pedidos en concesionario se abrirán a partir de octubre. Para 2023, Toyota prevé comercializar unas 1.200 unidades de su primer SUV eléctrico, a un ritmo de unas 100 al mes.
