Cuando Tesla lanzó el Model 3 en 2017, lo hizo empezando por las versiones más costosas, como la Performace. Una forma de lograr mayor margen de beneficio, o menores pérdidas por entonces. Pero esto también ha tenido consecuencias como que al ser el primero, lo hizo en un momento donde los problemas para escalar la producción amenazaban incluso la propia existencia de la marca.
Según los representantes de Tesla, el nuevo Model 3 Performance llegará a mediados del próximo año, y vendrá acompañado por un desarrollo que ha tenido más tiempo para sacar el máximo partido a la experiencia que Tesla ha acumulado en estos seis años.
La idea es lanzar una versión que será, evidentemente, más potente, y que tendrá el reto de bajar de los 3.3 segundos hasta los 100 km/h de la anterior versión.
Pero además de línea recta, los ingenieros de Tesla trabajan en el que nuevo Model 3 Performance sea también un coche rápido en las curvas.
Esto supondrá la instalación de unos frenos de serie más potentes, e incluso la posibilidad de añadir la opción de añadir el «track pack» que lleva el Model S Plaid. También es necesario trabajar en el desarrollo de unos neumáticos capaces de sacar el máximo partido al sistema de propulsión.
Pero si hay un apartado donde Tesla apenas ha trabajado en estos últimos años, es el aspecto exterior. Y es que para distinguir al Model 3 Performance del Standard, hay que agudizar mucho la vista. El alerón y las llantas son dos elementos que los clientes de la variante de acceso pueden añadir fácilmente. Por lo que Tesla tiene que diseñar un kit exterior más agresivo y más diferencial.
Queda también el espinoso tema del dinero. La última referencia son los 78.000 euros que cuesta el Hyundai IONIQ 5 N en Europa.
Una cifra que Tesla no debería tener ningún problema en mejorar, sobre todo si tenemos en cuenta que la anterior generación del Model 3 Performance llegó a salir por 53.990 euros. Por lo que Tesla tiene margen para lanzar un modelo rompedor, y con un precio mucho más terrenal.