Fabricado por la misma empresa que hace simuladores para los equipos de F1, es uno de los más exclusivos que se pueden comprar.
Las carreras de simulación son una forma ‘humild’e de disfrutar de la acción de la competición real. La mayoría de la gente empieza con simuladores de 300 euros montados sobre un escritorio, y luego se hacen con un buen chasis por un par de miles de euros más.
Es una versión increíble de lo que ‘en esencia’ es un simulador. Lo que normalmente son tubos y extrusiones metálicas cuadradas, aquí es una escultura de fibra de carbono teñida de verde, con una forma que se adapta a la posición de los asientos del Huayra R real.
Está fabricado por Racing Unleashed, especialista en simuladores de alta gama, en las instalaciones de Pagani. El carbono del simulador se fabrica en los mismos autoclaves que los superdeportivos de Pagani reales. Mientras tanto, las piezas metálicas, como los soportes de los monitores y los altavoces, se fabrican a partir de elementos individuales de aluminio.
Lamentablemente, Pagani no ha facilitado el precio en el momento de la publicación, pero puedes estar seguro de que será ‘alucinante’. Porque más allá de la artesanía necesaria para construir el exterior, Racing Unleashed no se contuvo en la parte mecánica.
Oculto bajo el llamativo chasis, hay una plataforma de movimiento con tres grados de libertad, la tecnología de distancia entre ejes propiedad de Racing Unleashed, pedales hidráulicos que coinciden exactamente con el Huayra R (no con la réplica de Asetek, curiosamente), un sistema dinámico de cinturones de seguridad y un PC para juegos.
También incluye una simulación del coche real construida en Assetto Corsa Pro, la versión personalizada y centrada en la física de Assetto Corsa. Con ella, el equipo de dinámica de vehículos de Pagani recreó la física del coche real para que los propietarios pudieran practicarla en el simulador antes de sus sesiones ultraexclusivas en pista.
Pagani llegó incluso a realizar “numerosas” sesiones de grabación en pista y en el coche para recrear fielmente el sonido del motor V12 atmosférico. Ingenieros y pilotos profesionales compararon el simulador con el coche real para garantizar la máxima precisión.
Incluso si el simulador no fuera un ‘mini-yo’ de fibra de carbono del Huayra R, seguiría estando bien por un precio cercano a los 100.000 euros. Por ahora, sólo los clientes del Huayra R tienen acceso a la plataforma para practicar la conducción real. Pero pronto, algunos otros clientes adinerados podrán hacerse con un simulador y experimentar la conducción de un Huayra R.