La primera Territory duró menos de tres años en Argentina. La segunda generación la supera en todos los aspectos.
Si sos un fanático tradicional de Ford, te compadezco. Si creciste con las imágenes de los Falcon, Sierra, Mondeo, Focus y Fiesta, los últimos años no deben haber sido sencillos para vos. La marca del Óvalo decidió retirarse por completo del segmento de los autos de pasajeros para concentrarse sólo tres sectores del mercado: SUVs, vehículos comerciales (pick-ups y vans) y muscle-cars (con el Mustang).
Eso no es todo. El cambio de estrategia de la marca a nivel global vino acompañado por el cierre de fábricas y dejó quejas de consumidores atrapados en planes de ahorro, donde pagaron muchas cuotas para comprar autos que ya no existen más (leer nota).
їAlgo mГЎs? SГ, llegaron los primeros Ford chinos a la Argentina. Si el fan del Óvalo se sintió siempre identificado con la imagen y los productos de esta marca americana, también tuvo que acostumbrarse a ver en los concesionarios estos Ford que nacieron muy lejos de Detroit. Es el caso de la Territory, una SUV para el Segmento C (compacto), desarrollada y fabricada en alianza con la automotriz china JMC.
La primera Territory se presentó en agosto de 2020 (leer crítica)y duró menos de tres años en nuestro mercado. El mes pasado se lanzó a la venta la nueva generación de la Territory. Probamos durante una semana la versión Titanium, que tiene un precio de lista de 14.690.000 de pesos. La crítica completa se reproduce a continuación.
Por fuera
La industria automotriz China trabaja a un ritmo diferente que el resto del planeta. El mayor fabricante de autos del mundo tiene una capacidad producción, lanzamiento y renovación de productos que es difícil comprender desde el punto de vista argentino. El 58% de las marcas chinas tienen menos de 10 años de antigüedad y se lanzaron 62 nuevas empresas automotrices en los últimos 12 años (ver informe especial).
Sólo en ese contexto es posible comprender esto: en Argentina transcurrieron apenas tres años, pero el salto evolutivo entre la Territory 2020 y la 2023 es abismal. La nueva generación mide 4.630 milímetros de largo (creció 50mm), 1.936 de ancho (se mantuvo igual), 1.706 de altura (28 más) y 2.726 de distancia entre ejes (10 más).
Más allá de las cifras, todo el diseño también es nuevo, con una trompa ancha, un capot recto y líneas que buscan hacerla parecer aún más grande de lo que es. La principal contra sigue siendo el anonimato. Casi en simultáneo con la nueva Territory, Chery lanzó a la venta en la Argentina la Tiggo 8 Pro, también viene importada de China: parecen gemelas (ver fotos).
Hoy casi todas las marcas tienen una SUV en el Segmento C (compacto). Las más vendidas de nuestro mercado son las Toyota Corolla Cross, Volkswagen Taos y Jeep Compass. Sin embargo, la principal competencia de la Territory está en sus propios concesionarios: ahí también se vende la Ford Bronco Sport (que se distingue por ofrecer tracción integral de serie, leer crítica) y la Kuga (que se caracteriza por ofrecer sólo versiones híbridas, leer crítica). En mi opinión, por estética y planteo off-road, me quedo con la Bronco Sport. Pero las cifras de patentamientos indican que la gran mayoría del público argentino prefirió la primera Territory. Es posible que en esa performance haya influido mucho la planta de JMC-Ford en China, que demostró una mayor capacidad de abastecimiento que la de Ford México.
Por dentro
El espacio del habitáculo ya era la gran virtud de la anterior Territory. Y esta nueva generación es aún más grande. Sobre todo en las plazas traseras, que es uno de los más generosos de su segmento. Es tan grande por dentro que habría espacio para agregarle una tercera fila de asientos. Es una opción que se ofrece en otros mercados y hubiera sido bueno traer a la Argentina (el último Ford de siete asientos en nuestro país fue la S-Max).
Más allá del enorme espacio en la cabina, la otra novedad es la gigantesca pantalla digital que se encuentra frente al conductor. En realidad, son dos pantallas, pero al estar integradas en un mismo marco se siente como estar en un iMax. El tablero de instrumentos digital tiene 12 pulgadas (siete, en la versión SEL) y el sistema multimedia táctil ocupa otras 12 pulgadas.
La información de estas pantallas se comanda desde el volante, con la voz, directo en la pantalla táctil o desde los botones y perillas ubicados junto a la palanca de cambios. Hay tanta data que, al principio, puede resultar deconcertante, pero con el tiempo se aprenden los atajos y truquitos para encontrar todo de manera muy fácil.
Siempre fui crítico del Rotary Shift de los Ford modernos, que reemplazaron a las palancas de cambios. Me resultan poco intuitivas, lentas y faltas de precisión, sobre todo cuando se maneja un vehículo off-road (Bronco Sport) o deportivo (Ranger Raptor). Ese no es el planteo de la Territory, así que acá voy a decir algo a favor del Rotary Shift. Pero es no por su funcionamiento -al que no me acostumbro-, sino por el hecho de que esta solución permitió habilitar un enorme espacio de guardado bajo el túnel central. Ahí están los puertos USB y toma de 12 voltios, pero también hay lugar para esconder una mochila o una cartera.
Lo que menos me gustó del interior es la posición de manejo. Y es todo culpa de la altura de los dos asientos delanteros. El desplazamiento hacia abajo es muy escaso: incluso en la posición más baja todavía estás sentado muy arriba. Lo curioso es que el desplazamiento hacia arriba es enorme: mi cabeza casi asoma por el techo corredizo. Parece ser un error de diseño, que se podría corregir anclando los asientos unos centímetros más abajo.
La enorme cabina de la nueva Territory se completa con muy buenos detalles de terminación (superiores incluso a las Kuga y Bronco Sport), una excelente insonorización (hay burletes generosos en todos lados) y una notable iluminación (con luces de leds ambientales y un enorme techo panorámico, con cortina, que se puede abrir hasta la mitad).
El baúl también creció con respecto a la generación anterior: pasó de 420 a 448 litros. La rueda de auxilio es finita, de uso temporario. Además, agregó apertura eléctrica con función sin manos (se acciona moviendo el pie bajo el paragolpes trasero).
Seguridad
Cuando se habla de seguridad, todos los ítems de protección deberían venir de serie, pero la Territory es uno más en varios casos del mercado argentino. Como ya ocurrió en la anterior generación, si querés el paquete completo de seguridad de la Territory vas a tener que comprar la versión Titanium. La SEL viene con lo básico: seis airbags, ESP, TCR, ABS, monitoreo de presión de neumáticos y alerta de punto ciego. La Titanium agrega sistema de mantenimiento de carril, alerta de riesgo de colisión, frenado autónomo de emergencia, control de crucero adaptativo, faros adaptativos y cámaras en 360 grados.
A pesar de que la nueva Territory ya se vende en varios mercados de nuestra región, no hay resultados de pruebas de choque de organismos independientes para la configuración que se ofrece en nuestro país.
Motor y transmisión
Acá hubo otro salto importante. El motor Ciclo Miller 1.5 turbonaftero (143 cv y 225 Nm) fue reemplazado por el nuevo Ecoboost 1.8. La raíz del block sigue siendo la familia Orion de Mitsubishi, pero ahora tiene un mayor rendimiento: 185 cv y 320 Nm.
Más mejoras: la caja CVT fue reemplazada por una más moderna de doble embrague, con siete velocidades. Sigue teniendo sólo tracción delantera. Las SUVs de Ford con tracción integral son las Bronco Sport y Kuga Titanium. En China ya se produce una versión híbrida enchufable de la Territory, pero por el momento no está prevista para nuestro mercado.
Comportamiento
Con el aumento de dimensiones, de una generación a otra el peso creció en 75 kilos (ahora llega a 1.706 kg). Pero eso no impide que, con el nuevo motor y la nueva caja de cambios, la Territory ahora sea un vehículo mucho más ágil. La velocidad máxima aumentó de 175 a 180 km/h y la aceleración de 0 a 100 km/h mejoró a 10.5 segundos (antes, 12.5). Todas las molestias y reacciones apáticas que percibimos con la CVT de la anterior generación (leer crítica) desaparecieron con esta nueva generación.
Por supuesto, no hay que esperar el comportamiento de un auto deportivo. La Territory no tiene la más mínima intención de serlo, pero se presenta como un vehículo rutero mucho más ágil y con mejor respuesta en el acelerador. Otro dato que se pulió es la recuperación de 80 a 120 km/h: bajó de 8.5 a 7.5 segundos.
Esto se siente en la ruta, pero también en la ciudad, que será uno de los lugares de uso más frecuente de la Territory: la salida desde abajo es más veloz y es un vehículo muy cómodo para el uso diario.
A pesar del aumento de peso, dimensiones y potencia, los consumos se mantuvieron casi iguales: gasta una media de 9.4 litros cada 100 kilómetros, con 12.3 litros en ciudad y 9.3 en ruta a 120 km/h.
Destaco una vez más la insonorización del habitáculo. No hay ruido a viento, la cabina está muy bien aislada y el ruido del motor sólo se percibe cuando superás las 4.000 rpm. No es un sonido agradable ni deportivo, es más bien barullento. Pero en uso normal es un vehículo muy silencioso y confortable.
Conclusión
Si entre agosto de 2020 y marzo de 2023 te compraste una Ford Territory, lo siento por vos. Seguramente estarás muy contento con tu auto, pero lo advertimos cuando la probamos hace tres años: “Esto no es un Ford” (leer crítica). Era, ante todo, un auto chino, con la velocidad de renovación, actualización y obsolecencia programada que caracteriza a la industria automotriz más grande del mundo. Que un auto cambie de manera tan abrupta y notoria a los tres años de ser lanzado no es algo habitual en nuestro país.
Por eso, la nueva Territory (2023) sorprende en casi todos los aspectos. Todavía me cuesta identificarla como un Ford: su diseño es demasiado generalista y anónimo. La experiencia de manejo carece de sensaciones y personalidad. Sin embargo, tiene una cabina muy espaciosa, un despliegue abrumador de tecnología en forma de pantallas y una excelente calidad de terminación, que deja en evidencia a otros productos de la marca: muchos Ford deberían aprender de esta SUV china.
Pero, por sobre todas las cosas, el principal atractivo de las Territory es haberse sabido adaptar a las condiciones de los últimos años en la Argentina. En un mercado donde prevalece el desabastecimiento y las demoras en la llegada de vehículos, la Territory siempre tuvo mayor capacidad de entrega y stock que la competencia (ya sea de sus rivales fuera de la marca, como dentro de la propia Ford).
їPodrГa ofrecer una tercera fila de asientos, una mejor posiciГіn de manejo y hasta una versiГіn hГbrida? Es posible que sГ. Al vertiginoso ritmo de renovaciГіn de la industria automotriz china, es posible que algunos de esos cambios los veamos mГЎs pronto que tarde.
C.C.
Fotos: Orly Cristófalo
ARCHIVO PARA DESCARGAR: Ficha técnica y equipamiento Ford Territory (2023)
Galería: Crítica: Ford Territory (2023)
23 Fotos 
ADEMÁS
En el Twitter de @Motor1Argentina
