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Crítica de larga duración: Jeep Compass (primer mes)

Stellantis nos prestó una T270 Limited AT6 4x2 para opine todo el equipo de Motor1. Este mes escriben Paul Szebesta y Orly Cristófalo.

crítica de larga duración: jeep compass (primer mes)

Esta no es una crítica convencional de Motor1 Argentina. Es una “crítica de larga duración”. El objetivo es que el vehículo de pruebas permanezca en nuestras manos durante mucho más que la crítica tradicional de una semana. La idea es probarlo durante varios meses, para aplicar usos (y abusos), encontrar virtudes (y defectos) que no afloran en una prueba tradicional. A todo esto se suma el hecho de que el vehículo en esta prueba de largo aliento pasará por las manos de todos los integrantes de la redacción de Motor1 Argentina.

La Jeep Compass es la SUV del Segmento C (compacto) que el Grupo Stellantis fabrica en Brasil. Este restyling se vende en la Argentina desde septiembre de 2021 y en Motor1 Argentina ya la probamos en dos versiones: T270 Limited AT6 4×2 (leer crítica) y TD350 Trailhawk 4×4 (leer crítica).

A continuación, el reporte sobre el primer mes en nuestras manos.

Semanas 1 y 2 – Orly Cristófalo

Como encargado de flota de Motor1 Argentina tuve la responsabilidad de ir a cambiar a Stellantis el Fiat Pulse (leer crítica de larga duración) por el Jeep Compass (ver primera nota). Lo que no sabía es que me encontraría con el vehículo de flota de las marcas argentinas con más kilómetros que he manejado hasta ahora: 64 mil y monedas, marcaba el odómetro cuando lo encendí. También se encendió la luz de alerta de falta de presión del neumático trasero izquierdo. Antes de poner primera, me bajé y miré. No parecía con poca presión, por lo que le envié un mensaje al responsable de la flota que me dijo que estaba funcionando mal desde hace un tiempo y no habían podido solucionarlo. Le respondí con un “OK” y con la promesa de llevarlo al service si nos toca alguno durante el período de prueba. Ya saben, me gusta ir a los servicios técnicos. Lo hice con el Fiat Pulse (ver nota), y también con la Renault Alaskan (ver nota).

Otro tema detectado es la sincronización de Android Auto con el sistema que llevan los Stellantis. Siempre, tarde o temprano tengo algún inconveniente. En ese momento estaba usando aún un celular de marca china y le echaba la culpa a eso. Debería volver a probar ahora que estoy usando un Samsung S22 Ultra. ¿Uno de los inconvenientes? Se sincroniza completo, pero a la hora de hablar por teléfono -usando la interfaz del auto- el audio de la llamada no sale por los parlantes.

Una vez más, aproveché el uso de un vehículo larga duración para lo que yo llamo “mi otra vida”, con mi agencia de marketing digital. Estoy en medio de un proyecto largo con tres personas más en el team creativo-estratégico y surgió la necesidad de viajar hasta San Antonio de Areco para hacer un par de visitas y relevamientos. Enseguida propuse viajar en la Compass, para sumar kilómetros y -sobre todo- ir con cuatro adultos a bordo y todos de diferentes dimensiones. Claramente, no le presté el volante a nadie porque me gusta manejar siempre.

Parada rutera.

Encaramos temprano la ruta, la idea era hacer una pasada por el pueblo antes de ir a un campo cercano. Salimos con mate y pasamos a juntar unos cafés mientras completaba el tanque, así me aseguraba de ir y volver sin más paradas. El problema de manejar es no poder tomar mate, pero mis coequipers tomaron café, con lo cual la yerba recién la humedecimos en San Antonio de Areco, mientras hacíamos la primera recorrida a pie en la zona de la plaza. Había venido hace unos años y lo encontré igual. El centro sigue estando igual de prolijo y pintoresco. Eran las 10 de la mañana de un jueves y parecía un feriado. Apenas algunas personas cruzando la plaza para ir de un lado al otro.

El backstage de La Olla de Cobre.

Mientras caminábamos llegó un llamado. Nos avisaban de “La Olla de Cobre” que nos estaban esperando. Sí, la famosa chocolatería local nos invitaba a un recorrido de sus instalaciones. La fábrica es muy chiquita, pero el aroma que uno siente al ingresar es enorme. El mismísimo dueño nos hizo la recorrida y también la degustación de algunas de las variedades que estaban produciendo. La esposa también trabaja en la empresa, al igual que varios miembros de la familia: no tuvo peor idea que decir “coman todo lo que quieran”. Palabras peligrosísimas para pronunciar delante de un periodista y tres marketineros.

їAlguien dijo chocolate?

Nuestro día continuó con asado en una estancia y regreso al atardecer. El Jeep Compass regresó a mi garage con más kilómetros y con varias “marcas” de haber sido usado para un viaje: papeles de peajes, bolsitas con residuos y otras tantas con recuerdos.

Un poco de campo siempre viene bien.

Pero como ese recorrido era poco, un par de días después y en el marco de lo que familiarmente llamamos “pueblitos”, emprendimos camino a Bartolomé Bavio. ¿Por qué? porque cumple con dos de las condiciones: tiene una estación de tren y está a menos de 200 kilómetros de la Sede Martínez de Motor1 Argentina. Lo curioso, en este caso, fue encontrarnos que la estación se llama B. Bavio, pero el pueblo fue rebautizado como General Mansilla, cuando se lo fundó oficialmente en 1901, unos 14 años después de la creación de la parada del tren. Al margen de la anécdota del pueblo con dos nombres, el recorrido quedó trunco porque la estación, reconvertida como centro cultural gracias al famoso “ramal que para, ramal que cierra”, estaba cerrada y sin explicaciones de cuándo se podía visitar.
Seguimos con nuestra recorrida, sesión de fotos del Compass en terrenos del ferrocarril que ya no pasa y regreso a casa (no sin antes un almuerzo pueblerino).

їVГ­as en desuso? Sale foto en B. Bavio.

Semanas 3 y 4 – Paul Szebesta

Otra carrera, otro viaje. Tal como el año pasado viajé con la Fiat Toro que tuvimos en la flota de Motor1 (ver nota), esta vez me tocó la Jeep Compass. Unos 600 kilómetros me separaban de Buenos Aires al Autódromo de Toay, La Pampa, con una sola certeza: iba a hacer muchísimo frío. Lo primero que me sorprendió de esta SUV es la muy buena calidad de materiales de su interior y el confort que ofrece. La insonorización a velocidades de ruta es excelente, aún con un viento cruzado que me acompañó todo el viaje. De todos los vehículos que pasaron por nuestra flota, sin dudas es en el que más cómodo viajé. Lo otro que me sorprendió es el excelente sistema de audio, que incluso con el volumen fortísimo, casi no distorsiona nada. Los graves suenan muy bien y retumban en todo el habitáculo. Podría seguir halagando distintos ítems del equipamiento, como el cierre automático del portón trasero, lo rápido que nos ofrece calor la calefacción o el cargador inalámbrico del celular. Pero sé que todo esto a ustedes no les interesa demasiado y quieren saber cómo se comportó el fierro.

Excelente, también. El motor va muy tranquilo a velocidades legales y cuando uno lo exige para hacer un sobrepaso, reacciona al instante. En cuanto al chasis, es muy bueno también, con buena estabilidad en curvas y sin hacerse ningún tipo de problema frente a los vientos que hubo tanto en la ida como en la vuelta. Hay solo dos cosas que no me gustaron de la Jeep, que son insólitas, pero las nombro para que no me critiquen de que me gustó todo. Lo primero es la tipografía que tiene el tablero. Es completamente digital, ofreciéndonos distintos menús y diseños para elegir. Pero en lo que a las letras se refiere le podrían haber puesto un poco más de entusiasmo, para que no desentone con el resto de calidad que encontramos.

Lo otro que no me gustó es el alerta de riesgo de colisión. Entiendo que tal vez mi medición de peligro está muy por abajo del conductor promedio y que el sistema no sabe quién está al mando del volante. Pero se torna bastante peligroso cuando nos estamos aproximando al vehículo de adelante para efectuar el sobrepaso y el vehículo interpreta eso como un peligro y acciona de manera bastante agresiva las alertas y frenos. Lo mismo pasa con el control de carril, aunque tiene la opción de desconectarlo, porque también es muy molesto. Me gustaría que el alerta de riesgo de colisión también se pueda apagar, o al menos quedar prendido de una manera menos invasiva. A fin de mes me toca otro viaje, esta vez bastante más lejos: Termas de Río Hondo es el destino. Quiero aprovechar este texto para consultarlos a ustedes a ver si les gustaría que haga un video de todo el viaje, mostrando un poco el fin de semana de la carrera y el tiempo a bordo de la Jeep. Si juntamos los avales, lo hago.

Estadísticas

* Fecha de ingreso de la unidad: Junio 2023

* Kilómetros recorridos en el primer mes: 3.743

* Kilómetros recorridos en el segundo mes: ND

* Kilómetros recorridos en el tercer mes: ND

* Consumo promedio registrado: 9.1 l/100km

* Problemas registrados desde el inicio de la prueba: Pinchaduras en rueda delantera izquierda y trasera izquierda. El sensor de presión de neumático de la rueda trasera izquierda tira error desde que nos entregaron la unidad.

Galería: Crítica de larga duración: Jeep Compass T270 Limited

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