La competencia en China se está poniendo cada vez más dura, y como ejemplo el último lanzamiento de una marca con presencia en Europa, Chery, que ha lanzado una berlina ejecutiva cargada de tecnología, con un diseño muy atractivo, con una amplia autonomía, y un precio que se coloca a la altura de segmentos inferiores.
Uno de sus puntos fuertes es el uso de la nueva plataforma E0X de Chery, que le permite aprovechar al máximo el espacio en el interior, logrando una tasa de espacio libre del 70,2% y un espacio para las rodillas en la parte trasera de 165 mm.
Este adopta el lenguaje de diseño de «estética del viento» con unas líneas generales de la carrocería muy suaves y limpias, con un coeficiente de resistencia aerodinámica de sólo 0,205 Cd, y donde encontramos incluso un alerón activo para la variante más potente.
No faltan a su cita la imprescindible capacidad de conducción autónoma. En este caso nos encontramos con un avanzado sistema desarrollado por iFlytek, que utiliza en sus versiones básicas un procesador Qualcomm; así como el chip Horizon Journey 3, que controla un conjunto formado por 5 cámaras, 8 radares ultrasónicos, y 2 radares de onda milimétrica.
Las variantes más equipadas utilizan chips NVIDIA Orin-X duales, con un conjunto de 12 cámaras, 12 radares ultrasónicos, radares de onda milimétrica de 5 y 1 sensor Lidar de estado sólido y alta precisión. Algo que le permiten moverse de forma autónoma en diferentes condiciones, tanto tráfico urbano, autovías, como estacionamiento autónomo.
En el aspecto de la propulsión y batería, el Star Era ES viene en versiones con un motor y tracción trasera con entre 185 kW y 230 kW. Por su parte, la versión de doble motor tiene un motor delantero de 123 kW y un motor trasero de 230 kW para formar una potencia máxima de 353 kW (473 CV) que le catapultan hasta los 100 km/h en 3 segundos.
Lo mejor de todo sin duda son sus competitivos precios, en un modelo con hasta cinco versiones diferenciadas por su equipamiento, motor y batería:
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Versión de alcance estándar (400 V, 550 km): 225.800 yuanes (28.876 euros)
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Versión de autonomía estándar Plus (400 V, 605 km): 235.800 yuanes (30.155 euros)
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Versión máxima de largo alcance (800 V, 720 km): 269.800 yuanes (34.496 uros)
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Versión Max + con batería de larga duración (800 V, 902 km): 299.800 yuanes (38.332 euros)
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Versión de rendimiento con tracción total (800 V, 650 km): 339.800 yuanes (43.445 euros)
Unas tarifas que podemos comparar con las que nos ofrece Tesla para el mercado chino, donde el Model 3 Long Range, 713 km CLTC, arranca en los 297.400 yuanes (38.068 euros) lo que suponen apenas 264 euros menos que el modelo Max+, con sus 902 km CLTC, pero que colocan al Tesla 3.572 euros por encima de la variante más cercana en autonomía, con sus 720 km CLTC.
Un nuevo ejemplo de la velocidad de crucero que han tomado los fabricantes chinos, capaces de competir de tu a tu con los occidentales, y ofrecer segmento superiores, prestaciones también mucho mejores, pero con precios cada vez más competitivos.