Cada uno, dentro de la legalidad, hace con su coche lo que quiere, por mucho que al resto del mundo no le parezca una buena idea o por mucho que parezca obvio que el vehículo va a ser dañado. Si, además, hablamos de un ámbito como Youtube, todavía se hacen más “perrerías” a los coches de lo normal, generalmente con el ánimo de conseguir visitas y ganar dinero. En esta ocasión, sin embargo, el balance de la cuenta habrá sido negativo con total seguridad.
Se puede ver al youtuber conduciendo su Ferrari, un F8 Tributo valorado en unos 400.000 dólares, por la carretera, solo para inmediatamente después entrar en un campo de maíz ya segado, pero con abundantes restos de la planta por el suelo.
En un primer momento parece que todo va bien, pero de repente aparece una pequeña llamarada en la parte trasera del vehículo, cerca de la salida de escape. El resto del equipo, que va montado en una Chrysler Pacifica para grabar todo, se percata rápidamente y le avisan para que se baje del F8.
Llaman a emergencias de inmediato y pronto se personan allí varios camiones de bomberos, que consiguen controlar el fuego y extinguirlo, pero ya es demasiado tarde para ambos automóviles, que quedan reducidos a sendos amasijos de metal carbonizados.