Hay que admitir la realidad de muchos coches ultracaros y exclusivos: sus compradores suelen guardarlos prácticamente bajo llave para que se revaloricen y luego venderlos por más de lo que costaron. Es raro que los saquen a pasear, todavía más extraño que, si se trata de un superdeportivo, los expriman a fondo; y lo que es una rareza es que los pongan de obstáculo para que un skater pase por encima.
En medio de la calle, cruzado de manera perpendicular al sentido de la marcha, nada menos que un Ferrari Monza SP2 valorado en 2 millones de euros. Alrededor, toda una aglomeración de gente esperando al espectáculo: el skater Tyshwan Jones dispuesto a saltar por encima con su monopatín.
Se mire por donde se mire, la maniobra era arriesgada y es que, por mucha habilidad que tenga el patinador y por mucho que la altura del Ferrari no sea mucha (es un descapotable tipo ‘barchetta’ que por no tener, no tiene ni parabrisas), cualquier error implicaba empotrar la tabla contra el lateral, amén del golpe que se llevaría el deportista.
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Sin embargo, el dueño confió en Jones y éste confió en sí mismo incluso más, ejecutando un ollie perfecto que le permitió superar al deportivo con margen tanto en el despegue como en el aterrizaje. Eso sí, fue lo suficientemente ajustado como para que en el momento del salto los presentes contuvieran la respiración.
Ha que recordar que cuando se puso a la venta, el Ferrari Monza SP2 costaba 1,6 millones de euros. Monta un motor 6.5 V12 de aspiración natural que desarrolla una potencia de 810 CV y 719 Nm de par máximo, lo que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 2,9 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 300 km/h.
