Aunque todavía queda por ver un restyling del Volkswagen Golf MK8 que llegará en 2024 con algunos ajustes y novedades de equipamiento y diseño, ya se ha empezado a especular sobre el futuro Volkswagen Golf MK9.
El Volkswagen Golf de novena generación será únicamente eléctrico, se construirá sobre la plataforma SSP de nuevo desarrollo y se lanzará al mercado allá por el año 2028.
Desde algunos medios como Autocar se han aventurado a decir que la novena generación del compacto estrella del Grupo Volkswagen será una versión radicalmente reinventada del modelo y volverá a tomar esa posición de «punta de flecha» dentro de la oferta comercial de la marca.
Tal y como os comentaba, la llegada de esta novena generación se producirá tras una extensa revisión del actual Golf 8 que entendemos solucionará algunos problemas encontrados en el modelo, mejorará la digitalización y la interfaz y probablemente adaptará mecánicas a futuras normativas de emisiones.
Esto significa que el Golf eléctrico podría ser uno de los hatchbacks familiares tecnológicamente más avanzados del mercado cuando aterrice.
La principal de estas actualizaciones será la integración de la arquitectura eléctrica de 800 V, que permitirá velocidades de carga muy superiores a la tasa máxima de 175 kW de los vehículos eléctricos actuales del Grupo.
Los automóviles basados en SSP podrán recargar entre el 10% y el 80% de su capacidad en tan solo 12 minutos, algo realmente bueno si lo comparamos con los 35 minutos de los últimos automóviles MEB y más rápido incluso que los automóviles de calle con carga más rápida de hoy.
La nueva plataforma SSP se ha retrasado bastante y es que en un principio estaba programada para debutar a finales del 2025, principios del 2026.
Con los cambios a gran escala que la marca quiere ejecutar, el precio del futuro Golf estaría más en la línea del actual Golf que del ID.3, un modelo que no está funcionando tan bien como la marca esperaba.
Las nuevas celdas de batería ‘Unificadas’ del Grupo VW se desarrollarán y producirán internamente y se compartirán entre todos los vehículos eléctricos de todas las marcas del Grupo para reducir los costes de producción, impulsar las economías de escala y nuevamente, reducir el coste de llevar cada modelo al mercado.
Con estos sistemas implementados, «la mayoría» de los vehículos eléctricos basados en SSP pueden lograr la paridad de márgenes de beneficio con los automóviles con motor de combustión, con costes de desarrollo que se reducirían en un 30% en comparación con los actuales modelos de la plataforma MEB.
Autocar también ha recogido opiniones y palabras oficiales de otros miembros del Grupo -en relación al futuro de la familia ID- que han comentado que aunque se considera una alternativa eléctrica al Golf, el ID3 actual es “más un Golf Plus”, dijo Schäfer, lo que significa que el ID 3 no necesariamente se retiraría después de la llegada de un nuevo Golf EV.
Respecto a la llegada del nuevo Golf 9, los fans de la marca han de estar tranquilos y es que parece que las insignias GTI y R podrían quedarse a salvo de la extinción.
Desde la propia marca incluso han llegado a insinuar la posibilidad de crear coches de alto rendimiento tremendamente potentes basados en la estructura SSP, promocionando una potencia máxima de hasta 1.700 CV para la plataforma, algo que lógicamente no vamos a llegar a ver en el futuro Golf pero que sí que nos muestra las capacidades de la plataforma.
Desde la propia marca también nos han comentado que las insignias Golf, Tiguan y GTI eran sus únicos nombres «icónicos» garantizados para ser trasladados a una futura gama marca totalmente eléctrica, y las decisiones sobre el resto de sus nombres se decidirían caso por caso.
Como puedes ver, hay muchas promesas y ahora hay que esperar a que se fragüe todo. El principal problema que le vemos es que mientras se reestructuran, marcas como Tesla seguirán imparables, reduciendo costes, bajando precios, extendiendo su red y sinceramente, por muy grande que sea el Grupo Volkswagen, le auguro unos tiempos complejos.
