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“Ayer hice el test y hoy me he quedado como fan. Merecía quedarme un día más aquí para ver cómo es un test de MotoGP y, sobre todo, por ver a Marc, que cambia a Ducati y seguro que irá rápido. Estuve hablando con él hace una semana y, por lo que me ha contado, creo por la mañana irá a adaptarse, a probar la moto y los neumáticos, y por la tarde nuevos y tiempazo”, asegura el nuevo piloto del equipo Italtrans.
Sobre el trabajo que suelen hacer juntos, y en el que no falta nunca Álex Márquez, Moreira comenta: “Entreno con él bastante, sobre todo en invierno. Lo hacemos en Alcarrás, que nos queda a los dos cerca de casa. Hacemos sobre todo flat track en invierno, porque como hace más frío es mejor para entrenar, pero en verano también vamos con la 600, con minimotos, con las ovales. Entreno bastante con él, lo que no está nada mal, y él me enseña más a mí que yo a él, claro”.
Moreira esperando la salida de Márquez del camión.
Le preguntamos qué aprende un piloto joven cuando entrena con una figura de la envergadura de Márquez, y dice: “Sobre todo, cómo gestionar bien el entrenamiento, las vueltas para un finde de carreras. Aprendo y me divierto mucho a su lado. Ojalá llegue el día en el que pueda rodar con él en MotoGP, pero él está en su camino y yo en el mío. Ha cambiado y estoy convencido de que va a ir bien”.
Respecto a sus prestaciones en el test de Moto2 del lunes, que lideró Alonso López, las resumió así: “El debut fue bastante bien, a pesar de que el domingo tuve una caída en la carrera y me fisuré el cúbito del brazo izquierdo. Me molestaba bastante, pero me quedé a un segundo del primero, lo que no está nada mal para empezar, y acabé muy contento con la moto y el equipo. Lo que más impresiona de la Moto2 es que, acelerando, esta moto acelera mucho más que la Moto3. Es más pesada y cuesta más los cambios. Me lo esperaba peor, la verdad, así que estoy bastante contento con el arranque”.
