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“Hay momentos en los que todavía me parece irreal”, confiesa Padovani en una charla con La Gazzetta dello Sport, en la que define el fichaje de Marc Márquez como “un buen desafío” para el equipo italiano en su objetivo de ser constantes con la victoria para luchar por el Mundial. “Nunca había sucedido que alguien así, ocho veces campeón del mundo, decidiera correr para un equipo independiente”, recuerda, antes de avisar a sus grandes rivales, porque el Gresini Racing va muy en serio este 2024. Presentarán su nuevo equipo el próximo 20 de enero, donde el español lucirá por primera vez sus nuevos colores, al lado de su hermano, con quien volverá a compartir equipo, aunque esta vez bajo el paraguas de Ducati (antes fue en el Repsol Honda, en 2020). “No sé ganar, pero luchar por el Mundial sí, lo espero de alguien como él”, apunta alto la viuda de Fausto Gresini.
Y es que las sensaciones tras los test de Valencia dejaron un muy buen sabor de boca en la estructura, pero su directora sabe que no será tarea fácil la de luchar por la corona de MotoGP. Principalmente, porque los grandes pilotos del fabricante de italiano seguirán muy presentes en la lucha: “Está claro que Bagnaia es un piloto muy fuerte, conoce muy bien la moto y ha crecido mucho en los últimos años”. Pero también el subcampeón del mundo, Jorge Martín: “Es otro a ese nivel (como Pecco) y pilota la Ducati de forma espectacular. Bezzecchi está creciendo bien y rápido. Así que diría que ganar el Mundial no será tan obvio, pero lo intentaremos”. Por el momento, las primeras palabras de Márquez sobre la Ducati dan grandes esperanzas para soñar por algo grande y, como él mismo dijo, “está en mis manos”, volver a la senda de éxitos que tanto añora. “Me he podido adaptar más rápido de lo esperado porque enseguida me he encontrado muy bien. Hay mucho ‘feeling’ y el tiempo salía sin buscarlo exageradamente”, explicaba Marc sobre sus sensaciones con “la moto campeona”.
Confían en retener a Marc
Nadia Padovani relata cómo fue el primer día de trabajo con Marc, quien se llevaba toda su atención al estrenar nueva era con Ducati, tras una década de relación con Honda: “Se presentó al equipo de una manera tranquila y humilde. Uno espera quién sabe qué de alguien que ha ganado mucho, pero fue todo lo contrario. De hecho, estaba incluso un poco agitado, ansioso por subirse”. Y esas ansias traspasaron las paredes del box, porque su puerta estaba repleta de gente esperando a ver su gran debut con la Desmosedici y en la que, además de prensa y seguidores, estuvieron presentes trabajadores de otros equipos. Todo esperando lo mismo: la primera reacción de Marc al volver a su garaje. Como jefa del equipo, la italiana fue testigo de ese momento en el que el campeón del mundo volvió a ilusionarse: “Yo estaba en boxes esperando a que se quitara el casco después de la primera salida, quería ver la primera expresión cuando se bajara de la moto. Vi esa sonrisita en su cara y me dije: ‘Ok, aquí vamos’”.
“Estaba muy contento, además prefirió parar una hora antes para no correr riesgos”, revela encantada con su nuevo piloto quien, “quiere volver al juego tras años difíciles por el problema del brazo y un regreso con una moto difícil que ya no le permitía ciertos resultados”. “Se caía muchas veces. Sin embargo, nunca renunció a esforzarse para dar lo mejor”, añade Padovani que, todavía pendiente de ver cómo es la adaptación de Marc a la Ducati con los test de Sepang y Qatar, intentará luchar por retener a Marc en su equipo más allá de esta campaña. “Ya lo iremos viendo. Les tengo mucho cariño a los pilotos, siempre trato de darles lo mejor. Seguramente aspirará a un equipo oficial, pero hay tiempo para ver qué pasa”, zanja con esperanzas y muchas dudas porque 2025 queda muy lejos cuando se le acaba de dar la bienvenida al 2024.
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