El modelo eléctrico alemán ofrece una autonomía máxima oficial de 420 kilómetros.
Desde el punto de vista del cliente, la situación actual del mercado es excepcional. Existe más oferta que nunca, con múltiples energías a elegir y una variedad de segmentos apabullante.
Tanto es así, que resulta complicado recomendar un modelo de forma clara. Pero de todos ellos, sin duda, los vehículos 100% eléctricos son los que mayor expectación están despertando. Volkswagen estrenó su nueva gama más libre de emisiones con el ID.3, un modelo potente, ecológico y práctico.
Hablamos de un compacto, con una carrocería de cinco puertas y 4,26 metros de longitud, que para que te hagas una idea, son unas dimensiones parecidas a las de un Golf. La capacidad del maletero es de 385 litros, lo que le asegura una practicidad similar a la de un vehículo con motor térmico de similar tamaño.
Debemos destacar varios detalles del ID.3, aunque también debes saber que no son exclusivos de este modelo y están presentes en la mayoría de modelos eléctricos actuales. Por ejemplo, la ubicación de la batería, entre ambos ejes, en una posición baja, lo que favorece un centro de gravedad lo más próximo posible al suelo, algo que redunda en una óptima estabilidad.
Galería: Volkswagen ID.3 1st Max 204 CV 58 kWh prueba
Por otra parte, al tratarse de un modelo eléctrico 100%, la entrega del par motor disponible es instantánea, lo que sumado a la disposición de un sistema de propulsión trasera, hace que la sensación de agilidad sea perceptible nada más ponernos en marcha.
Las aceleraciones a baja velocidad se producen de forma súbita y en total silencio, algo que también agradecerán aquellos conductores cansados de ruidosos motores térmicos.
La imagen estilizada de las ópticas principales, junto con la parrilla reducida a la mínima expresión, recuerdan, ligeramente, al Golf. La vista lateral deja claro de que hablamos de un modelo compacto, donde apenas destaca el tamaño de las llantas de aleación, en nuestro caso de 19 pulgadas.
Detrás, el ID.3 sí que luce una imagen más personal y exclusiva, con predominio de elementos estéticos de material plástico, que pueden deslucir, ligeramente, la nota general del conjunto.
Asimismo, la boca de carga es alta, lo que no facilita la introducción de objetos pesados o voluminosos en el maletero. Otro detalle que debes tener en cuenta, si vives en climas fríos, es que la bomba de calor asociada al sistema de climatización es opcional, y muy necesaria en según qué zona del país vivas.
La gama del ID.3 se compone de versiones en función de la capacidad de la batería (45, 58 y 77 kWh), así como de la potencia disponible (126, 150 y 204 CV); por último, hay varios acabados asociados a cada combinación. En nuestro caso, hablamos de una versión de lanzamiento, denominada 1st Max, con más equipamiento del habitual, basada en la versión Pro Performance con motor de 204 CV y batería de 58 kWh.
Para que te hagas una idea de lo que puede ofrecer el ID.3, en materia tecnológica, el conductor puede disfrutar de control de velocidad adaptativo, faros con tecnología LED para todas las funciones, suspensión adaptativa DCC o un sistema de proyección de información en el parabrisas con realidad aumentada, capaz de proyectar datos del sistema de navegación, por ejemplo.
Por ejemplo, tanto el diseño como el manejo del selector del cambio, en posición elevada, junto a la instrumentación, resulta un poco antinatural. Asimismo, la elección de algunos materiales y el ajuste de los mismos, no llega a convencer, por tratarse de un modelo de la firma alemana y, también, porque no hablamos de un vehículo excesivamente asequible.
No obstante, la sensación de amplitud interior, tanto delante como detrás es innegable y la calidad de la instrumentación, con una pantalla digital de 5,3 pulgadas o la del sistema de infoentretenimiento, de 10,0 pulgadas, dejan claro que estamos al volante de un vehículo actual y diferente.
Y digo diferente, porque al disponer de un software de gestión online, el coche se actualiza de forma remota (algo que sucede en la mayoría de eléctricos actuales), con lo que se podrá ir disfrutando de nuevas funcionalidades, cuando el fabricante así lo estime, solo con cargar una versión actualizada del mencionado software.
Toca hablar de algunos otros datos técnicos, como el tiempo que invierte en alcanzar los 100 km/h desde parado, que es de 7,3 segundos, la velocidad máxima limitada a 160 km/h o el consumo medio de energía, cifrado en 15,6 kWh (ciclo WLTP). Unas cifras razonables en todos los casos y en la media, respecto al resto de rivales.
En marcha, el ID.3 responde a todo aquello que le podemos solicitar a un eléctrico moderno. Acelera con decisión, está bien insonorizado (a pesar de carecer de ruido mecánico) y es capaz de llevar a cinco ocupantes de forma cómoda y solvente.
El puesto de conducción es más elevado que en el caso de un Golf, algo que apreciarán esos conductores que buscan esa posición que solo son capaces de ofrecer los SUV actuales. Este aspecto también repercute en un acceso al interior más cómodo, algo que también valorarán esos conductores de mayor edad.
La ciudad es el ámbito ideal para moverse con el ID.3, tanto por dimensiones, como por la precisión y agilidad del eje delantero, así como por la capacidad para ‘estirar’ la autonomía de la batería al máximo. Solo en este escenario es posible acercarse a la barrera de los 400 kilómetros recorridos con una sola carga (los 420 km oficiales se nos antojan un objeto muy difícil de conseguir). En cambio, si vas a darle un uso más interurbano, lo lógico es que dispongas de una autonomía entre 300 y 350 kilómetros, en condiciones de uso cotidiano.
Llegados a este punto, debes saber que el ID.3 admite recargas en corriente alterna y continua. En alterna (AC), puede ser hasta 11 kW, mientras que en continua (DC), la batería de 58 kWh admite hasta un máximo de 100 kW; esto significa que recargar la batería en un punto de carga rápida puede llevar entre 60 y 70 minutos, para que te hagas una idea.
Como ya habrás deducido, disponer de una potencia máxima de 204 CV debajo de nuestro pie derecho, te invita a conducir de forma alegre, cuando te alejas de la urbe. Algo lógico, por otra parte.
Debes saber que en esas circunstancias, el ID.3 no se descompone. Al revés, muestra una buena predisposición para negociar curvas, tanto lentas como más rápidas, siempre con una buena estabilidad y con un balanceo mínimo de la carrocería. Eso sí, lo hace a cambio de restarle mucha autonomía a la batería, por lo que tendrás que estudiar previamente tu ruta y conocer los puntos de recarga cercanos.
Pocos reproches cabe hacer en materia de equipamiento cuando hablamos de esta versión de lanzamiento, que precisamente destaca por incluir más detalles de lo habitual.
En cualquier caso, debes saber que como buen Volkswagen, las posibilidades de equipamiento son muy amplias y que en el catálogo de opciones dispones de ‘gadgets’ como el Head-up Display, el asistente de luz de carretera, la cámara trasera de asistencia al aparcamiento, la dirección progresiva, asientos delanteros con función masaje, techo panorámico o llantas de aleación de hasta 20 pulgadas.
Es probable que ya no queden modelos con el acabado de lanzamiento 1st Max, que tenía un precio de venta de 48.930 euros, al margen de descuentos del fabricante y ayudas oficiales a las que tengas derecho.
Sin embargo, ahora dispones de un ID.3 Pro Performance con 204 CV y batería de 58 kWh, con un equipamiento ligeramente inferior, desde 38.315 euros, así que tal vez no sea mala idea que te pases por el concesionario oficial más cercano a tu domicilio, para conocer en persona el nuevo Volkswagen ID.3. Puede que te lleves una sorpresa.
