- 290 km/h y de 0 a 100 en 4,9 s
- Cada coche, un homenaje
- Menos de 500 km cada uno
- Para todos los gustos
Todas marcas de lujo tienen sus admiradores y a Aston Martin no le falta su correspondiente legión de fanáticos. Pero, como en todo, hay grados. Lo de ser admirador de los deportivos británicos, ir muy bien de dinero y comprarte uno (o quizá dos) se entiende. Lo que supera toda la lógica es lo que hizo un cliente que no se sabe muy bien quién es, pero que bien podría ser un multimillonario suizo del que ya hemos hablado en Marca coches, y que al parecer no logra domar su ‘incontinencia’ a la hora de entregar cheques Aston Martin.
Bonhams.
En esta ocasión, lo que hemos sabido que compró en 2010 (entre otras muchas cosas) es una partida de siete Aston Martin V8 Vantage con la opción de cambio automático. Así, de una. Y todos idénticos, con la excepción de que cada uno debía ser de un color distinto.
290 km/h y de 0 a 100 en 4,9 s
Bonhams.
A la vista de los coches, podría parecer que este caprichoso cliente los encargó en una ‘mala noche’ mientras giraba dos ruedas al azar, una con los posibles colores de carrocería y otra con los tonos para los interiores.
Cada coche, un homenaje
Bonhams.
Entendemos que los comerciales de la concesión más cercana (si es que no llama directamente al director o presidente de Aston Martin en su país) se frotarán las manos cada vez que vean que es este coleccionista quien les llama.
Menos de 500 km cada uno
Bonhams.
El caso es que, como sucedió hace unos meses con los Aston Martin de color naranja, el multimillonario ahora se ha quitado esta partida que compró con el fin de homenajear a los coches de carreras.
Para todos los gustos
Lo ha hecho a través de la casa de subastas Bonhams, que el viernes 15 los subastó. Los expertos estimaban que se pagarían entre 41.000 y 58.000 euros por cada modelo, y que las diferencias vendrían más por el capricho del comprador que porque uno estuviera mejor que otro, puesto que todos son idénticos y están igual de conservados.
Bonhams.
Y, en efecto, los precios de venta han oscilado entre los 43.466 euros, pagados por la unidad en Amarillo, y los 56.172 euros pagados tanto por el Azul Gulf como por el Verde metalizado. Sabemos que cada modelo costaba por entonces 112.000 euros sin contar la opción del cambio automático ni la pintura a la carta, que costaría un buen pico. Así que, al final y visto lo poco que los ha utilizado, parece fácil decir que no le ha merecido la pena comprarlos… Pero quizá la opinión del multimillonario coleccionista sea muy distinta.