Sant’Agata Bolognese es un municipio de la provincia italiana de Bolonia, perteneciente a su vez a la región Emilia-Romaña. Cuenta con una dilatada historia, puesto que hubo en la zona asentamientos en la Edad del Bronce (1800 a. C.). Y desde entonces, diferentes pueblos fueron conquistando la zona, pero también, fueron conquistados: desde el Imperio Romano, pasando por los bárbaros de Atila hasta las más ‘recientes’ tropas napoleónicas.
Una fecha importante para Sant’Agata es 1020, año en que se inició la construcción del castillo de Sant’Agata, que está situado en el actual centro histórico. Su torre, completada bajo el reinado del emperador Federico Barbarroja, se convirtió en campanario. Posee dos puertas fortificadas, la Porta Otesia o la de ‘abajo’, con la cárcel, los muros, el puente levadizo y el foso, restaurado recientemente; y la de ‘arriba’.
Desde la Via 2 Agosto 1980 se puede ver la Porta Otesia.
Por su excelente ubicación, en la frontera entre Bolonia y Módena, servía de zona defensiva. Fue siempre fiel a la primera, como demuestran las protestas que surgieron tras su adhesión a la provincia de Módena por iniciativa del gobernador de Romaña, Luigi Carlo Farini, el 27 de diciembre de 1859, y por las que se consiguió volver a ser parte de Bolonia. Casi tres años más tarde, por el Real Decreto de 16 de octubre de 1862, n. 923, Sant’Agata pasaba a denominarse Sant’Agata Bolognese.
Lo más curioso es que esa evolución comenzó con una disputa entre Ferruccio Lamborghini y Enzo Ferrari al criticar el primero los productos del segundo: «Un día, ya harto de mandarlos al taller, llamé a Enzo para decirle que sus coches eran pura basura. Y me contestó que un fabricante de tractores no podía entender sus coches…», manifestaba Lamborghini. Indignado, el adinerado fabricante de tractores -comenzó creándolos con los material militar excedente-, ni corto ni perezoso, decidió crear deportivos.
En octubre de 1963, la estructura principal de la fábrica ya estaba completa cuando se presentó su primer automóvil: el prototipo del Lamborghini 350 GTV, que después derivaría en el primer coche de producción de la firma italiana, el Lamborghini 350 GT. La producción de vehículos en la planta pasó de 67 unidades en 1965 a 425 en 1971, aunque en 1979, debido a la crisis económica de los años 70, cayó a 55, para recuperarse en los 80 hasta las 470 Lamborghini producidos en 1987 junto con 300 motores marinos.
La importancia de esta marca en Sant’Agata Bolognese es enorme, como deja bien claro el cartel a su entrada, que indica ‘Città della Lamborghini’, la rotonda Miura o los carteles con toros con el mensaje «per onorare la leggenda vivente per sempre» (para honrar a la leyenda viviente para siempre).
En la actualidad, Automobili Lamborghini cuenta con más de 2.000 empleados repartidos por todo el mundo y es capaz de entregar casi 10.000 vehículos -9.233 automóviles, en 2022-.
Sant’Agata Bolognese, ‘Città della Lamborghini’
