Estamos enamorados de esas ideas alocadas que surgen en la industria del automóvil y que dan como resultado coches como el Porsche 911 GT1 Straßenversion y el Mercedes CLK GTR. De esas idas de olla muchos fabricantes hoy presumen, mientras que otros, lamentablemente, dieron al traste sin llegar a completar el proyecto. Uno de estos fue el denominado internamente como Proyecto Skorpion.
Audi pasó años jugando con la posibilidad de poner la exitosa tecnología diésel en la calle, en un hiperdeportivo que se convirtiera en la punta de lanza de la división Audi Sport, por encima incluso del venerado Audi R8 (prueba). Y es que la marca de Ingolstadt dominó las 24 Horas de Le Mans entre 2000 y 2014, ganando la prestigiosa carrera de resistencia en hasta 13 ocasiones, de las cuales 8 fueron con prototipos equipados con motor diésel, mientras que las otras 5 las consiguió con un coche de gasolina.
El Proyecto Skorpion de Audi para crear un hiperdeportivo diésel
Este aplastante dominio en Le Mans estuvo a punto de materializarse en un hiperdeportivo diésel para la calle que estuvo en desarrollo bajo el nombre Proyecto Skorpion. Sin embargo, Audi acabó abandonado el proyecto dos años antes de que estallara en ‘Dieselgate’ en 2015, lo que habría llevado a su desaparición de forma prematura un coche que habría sido muy exclusivo y con un precio que lo hacía solo accesible a los clientes más ricos.
Ahora, una década más tarde, un estudio de diseño no funcional de este hiperdeportivo diésel se ha expuesto en el Museo August Horch de Audi en Zwickau, Alemania. Este vehículo nos ofrece una vista previa de cómo habría podido ser el Audi Skorpion de haber llegado finalmente a la fase de producción.
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Los detalles son extremadamente limitados (algo habitual cuando se trata de proyectos de desarrollo interno). Sin embargo, sabemos que la idea era crear una versión de calle de la serie Audi R18, el ganador de las 24 Horas de Le Mans en cuatro ocasiones consecutivas entre 2011 y 2014.
El prototipo de carreras equipaba un motor V6 TDI de 3.7 litros que, en 2011, no era híbrido, pero que en 2012 finalmente recibió esta tecnología para mejorar su desempeño. En 2014 el bloque aumentó su cilindrada a los 4.0 litros. Recuerda que esta no era la primera vez que la marca coqueteaba con la idea de un superdeportivo diésel, ya que en 2008 dio a conocer el Audi R8 TDI Le Mans Concept equipado con un V12 turbodiésel de 6.0 litros que rendía 500 CV de potencia y hasta 1.000 Nm de par.
Producción limitada, precio muy alto
Volviendo al Proyecto Skorpion, la idea de Audi era la de producción 333 unidades del vehículo de calle, un volumen muy bajo, pero acorde con un proyecto muy costoso que trataba de poner la tecnología diésel ganadora de Le Mans en manos de unos pocos propietarios con mucho dinero. Se estima que la potencia del motor de combustión interna de este hiperdeportivo diésel habría sido de entre 400 y 550 CV, con tracción quattro o propulsión trasera.
El exterior, como puedes comprobar en las imágenes que ilustran este artículo, se asemeja mucho a los prototipos de Le Mans. Cuenta con una cabina muy baja con pequeñas ventanas, un alerón trasero fijo y una aleta que recorre toda la parte superior del vehículo, un frontal muy agresivo con un gran splitter, taloneras y un difusor trasero. Todos estos componentes aerodinámicos son de fibra de carbono y también hay unas llantas OZ Racing con bloqueo central y neumáticos slick de Hankook.
Finalmente, Audi acabó desechando el Proyecto Skorpion y el gran sueño de la firma de los cuatro aros de crear un hiperdeportivo diésel no se materializó jamás.
Fotos: August Horch Museum (Instagram)
