¿Fiat Panda o Ford Ka? Buscamos un urbano de gasolina práctico de segunda mano por 7.000 euros

Respuesta de Enrique Espinós, redactor de Autofácil:
Fiat Panda 1.2 69 CV (2017)
La elección de Autofácil: Ford Ka 1.2 69 CV (2015)

Nuestro lector Raúl Escribano y su mujer buscan un urbano gasolina para sustituir a su Peugeot 206. Quieren un coche práctico, con el que no recorrerán más de 15.000 km al año y con el que harán el 75% de los trayectos por ciudad. Dudan entre un Fiat Panda y un Ford Ka, ambos con el motor 1.2 gasolina de 69 CV.

¿Fiat Panda o Ford Ka? Estas son las dos opciones que estamos manejando mi mujer y yo para sustituir a nuestro Peugeot 206 1.9d xtd del aÃ±o 99. La verdad es que ya hemos estado viendo varios modelos y dudamos entre dos: un Fiat Panda 1.2 69 CV Lounge, del aÃ±o 2017 y con 50. 000 km por el que nos piden 6.900 euros; y un Ford Ka 1.2 69 CV de 2015, con 65.000 km por el que solicitan la misma cantidad de dinero Â¿CuÃ¡l nos aconsejÃ¡is? HarÃamos con Ã©l unos 15.000 km anuales, el 75% por ciudad; y buscamos que sea un coche cÃ³modo y manejable.

Respuesta de Enrique Espinós, redactor de Autofácil:

De entrada, cualquiera de las dos opciones que nos barajas son coches eminentemente urbanos y cumplen con vuestros requisitos de practicidad, manejabilidad y confort. Pero, en comparación con tu 206 diésel, que te permitía viajar; estos coches, por potencia y tamaño (el Fiat Panda mide 3,65 metros de largo; el Ford Ka, 3,62 m), por maletero (225 L el Panda, 224 L el Ka) y por espacio interior, están pensados para un uso eminentemente ciudadano. Ahora bien, ¿podréis viajar con ellos? Sí, pero sin demasiado confort y a ritmos tranquilos.

A partir de ahí, y salvando que el Fiat ofrece cinco puertas y el Ford, tres; son coches similares hasta cierto punto. Por ejemplo, llevan el mismo motor 1.2 de 69 CV de origen Fiat (el Ford Ka lo monta debido a que fue un desarrollo conjunto entre Ford y Fiat que también dio lugar al Fiat 500), muy fiable pero que ofrece poca respuesta a bajas revoluciones (declara un par motor de sólo 102 Nm a 3.000 rpm) y que obliga a jugar con el cambio si queremos una buena aceleración. Su consumo es relativamente ajustado: en uso real, ambos coches gastan en torno a 6,2 L/100 km.

En el interior, ambos presentan plásticos duros pero bien ensamblados, aunque en el Panda algunos mandos han quedado desfasados como, por ejemplo, los elevalunas situados en la consola central. El espacio no es el fuerte de ninguno de los dos coches: en el Ka los conductores altos (de más de 1,80 m) irán incómodos debido a que la postura de conducción les deja con las piernas muy dobladas. Además, en el coche americano, las plazas traseras están restringidas a dos pasajeros (está homologado para cuatro ocupantes) de hasta 1,75 m. Ah, ni el Ka ni el Panda incluyen regulación en profundidad para el volante.

Por su parte, el Fiat Panda destaca por la altura de sus plazas traseras (aptas para adultos de más de 1,80 m) pero no por anchura y, si bien está homologado para cinco ocupantes, atrás sólo dos irán cómodos. El espacio para las piernas no es grande en ninguno de los dos coches, pero resulta algo más amplio en el Ka. A cambio, el Panda ofrece más huecos para objetos repartidos entre su habitáculo.

En marcha, sin embargo, sí existen notables diferencias. El Ka, por ejemplo, es uno de los mejores urbanos por tacto y ofrece mucha información al conductor de lo que está pasando bajo las ruedas. Y aunque su carrocería se balancea en giros, la del Panda lo hace aún más debido a su mayor altura y a una suspensión blanda. Además, la dirección del Fiat no resulta tan precisa como la del Ford y, asimismo, está peor insonorizado.