Muchas veces no somos conscientes de las ideas que pasan por la cabeza de algunos responsables, dirigentes o ejecutivos de las marcas. Ideas que, en algunos casos, se convierten en prototipos que luego llegan a producción y otras que no pasan de unos simples bocetos para jugar con la imaginación. Algo de esto último ocurrió en los años 70, cuando alguien ideó un todoterreno que habría sido el Mercedes Clase G sueco y Volvo no se atrevió a fabricar.
Recientemente, el director de patrimonio de Volvo, Hans Hedberg, ha publicado en LinkedIn una serie de fotos de bocetos que muestran un todoterreno de líneas clásicas y muy robusto, pensado para África y países en vías de desarrollo en aquella época. Además, habría sido el antecedente directo del Volvo XC90. Pero en algún lugar de una oficina con paneles de madera de Gotemburgo, un tipo con gafas y traje perfectamente ajustado, mientras fumaba un cigarrillo, vetó esta idea.
El Mercedes Clase G sueco que Volvo no se atrevió a fabricar en los 70
Según cuenta The Drive, el diseño del todoterreno fue obra del veterano diseñador de Volvo, Gunnar Falck y, de haber llegado a la producción, habría sido uno de los Volvo más atractivos de todos los tiempos. Al igual que muchos de los mejores diseños de la marca, el vehículo muestra una marcada forma de cuña, muy de moda en la época, y líneas muy angulosas.
Más allá de sus proporciones cuadradas, esta propuesta de todoterreno presenta otras dos características: por un lado, una carrocería de tres puertas, algo que hoy nos extrañaría, pero en aquellos años era normal (el Range Rover nación con carrocería de tres puertas). Por otro, el diseño de la puerta, con una superficie acristalada por debajo de la línea de cintura, algo que las actuales normativas de seguridad contra impactos laterales no permitirían.
Hedberg no especificó detalles del proyecto, como el nombre o posibles opciones de motor, lo que hace pensar que la idea de hacer un todoterreno no llegó muy lejos. Pero estamos seguros de que, si este todoterreno de Volvo hubiera llegado a producción, habría durado varias generaciones. Pensemos en el mencionado Clase G, pero también en el Toyota Land Cruiser, el Land Rover Defender (prueba) o el Jeep Grand Cherokee (prueba), todoterrenos que hoy gozan de un gran prestigio. Puede que Volvo hubiese ingresado en ese selecto club si el director general Pehr Gyllenhammar se hubiese atrevido.
Imágenes: Hans Hedberg en LinkedIn.
