El constructor británico lanza en Europa dos nuevas terminaciones que recuperan el espíritu original del Seven.
Caterham
Construir un coche uno mismo siguiendo las instrucciones de un kit es algo muy británico y, a la vez, tan sencillo (en teoría) como montar un mueble de Ikea. Pero con esto de los ‘Kit Cars’ sucede muy a menudo que, en medio del montaje, el futuro dueño decide cambiar alguna característica para dejarlo más a su gusto personal.
Así, los novedosos Super Seven 600 y Super Seven 2000 no sólo buscan que nos lo pasemos bien a sus mandos sino también ofrecernos, en esta era de controles electrónicos para todo, una satisfactoria vuelta a las raíces.
Dos ‘tallas’, mismo espíritu
Coherentemente con el resto del catálogo de Caterham, la única diferencia entre el 600 y el 2000 es la que imponen sus respectivas mecánicas. En primer lugar, el Super Seven 600 parece el más adecuado para un simple ‘paseo espirituoso’ al ritmo de su motor turbo de tres cilindros, 660 cc y 84 CV de origen Suzuki.
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Este bloque es el mismo que ya monta el Seven 170 estándar lo cual, unido al chasis de ejes rígidos que ambos también comparten, convierte al Super Seven 600 en el escalón de acceso a la línea ‘Super’ de la firma.
Por otro lado, quien busque prestaciones y una deportividad más manifiesta deberá fijarse en el Super Seven 2000. Equipado con el conocido 2.0 Duratec de cuatro cilindros y origen Ford, entrega unos 170 CV mucho más aprovechables gracias a la configuración clásica de ejes ‘de Dion’, acercándose por rendimiento al siempre equilibrado Seven 340. Al igual que este último, el Super Seven 2000 se comercializa tanto en batalla estándar como alargada.
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El punto donde ambos Super Seven convergen es en la estética, que nos retrotrae al primigenio Lotus Seven tal y como lo ideara en su día Colin Chapman. Los dos modelos poseen llantas de 14 pulgadas que emulan las clásicas ‘Minilite’, amén de guardabarros delanteros, barras antivuelco y multitud de detalles en cromo como el escape lateral.
El exiguo habitáculo, tan minimalista como siempre, nos agasaja a pesar de ello con materiales de alta calidad donde no falta el cuero o la madera, especialmente en la plancha del salpicadero. Aquí, según la costumbre, los relojes Smiths procuran mantenernos informados de todo lo que necesitamos durante la conducción.
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Los Caterham Super Seven 600 y 2000 ya están disponibles para pedido, con unos precios que resultan bastante tentadores como para darnos el capricho. Como muestra un botón, o mejor dicho dos: el Super Seven 600 se ofrece de base por unos muy razonables 36.895 euros, mientras el 2000 parte de los 51.195 euros.
