Puede que a Ferruccio Lamborghini no le convenciera, pero el Ferrari 250 GTO (prueba) es y será hasta el fin de los tiempos el modelo más codiciado de la marca italiana. ahora se ofrece una unidad muy especial. El concesionario británico Tom Hartley Jnr acaba de poner a la venta un superlimitado Ferrari 250 GT de 1962 que puede alcanzar los 50 millones de euros, un precio que sólo pueden pagar muy pocas personas en el mundo.
El 250 GTO fue una unidad especial de homologación construido como evolución final de la serie 250 GT de Ferrari. Sólo estuvo en producción dos años a partir de 1962 y apenas se fabricaron 36 ejemplares. El coche que se ofrece ahora, que el concesionario vendió previamente en 2019, es uno de los mejores ejemplos del linaje 250 GTO.
A la venta un superlimitado Ferrari 250 GTO que puede alcanzar los 50 millones de euros
Este Ferrari 250 GTO a la venta corresponde al chasis número 3527, está terminado en Rosso Cina combinado con un interior en cuero marrón tostado y se conserva en un estado casi original (el motor, la transmisión, el eje trasero y la carrocería no han sufrido modificaciones). Según el anuncio, el coche se ha restaurado recientemente y tiene una procedencia ininterrumpida desde que salió de la fábrica de Maranello.
Se entregó originalmente a Lucien Bianchi, de Écurie Francorchamps, que lo inscribió en varias carreras en 1962, incluido el Tour de Francia de ese año. La Scuderia Filipinetti compitió con él entre 1963 y 1965. Posteriormente, se vendió a un residente en Reino Unido. El motor es el conocido V12 de 3.0 litros que desarrolla casi 300 CV, acoplado a una transmisión manual de cinco velocidades que envía la potencia a las ruedas traseras. Tarda unos seis segundos en hacer e 0 a 100 km/h.
Además de su limitada producción, el 250 GTO es un coche muy codiciado entre los coleccionistas, no sólo por su diseño, sino también por ser un verdadero coche de carreras con un importante palmarés en varias de las pruebas más prestigiosas de la historia. También destaca por ser uno de los últimos Ferrari que se podían comprar para conducir hasta el circuito, competir y luego volver a casa.
Actualmente, una unidad como esta puede alcanzar cifras que provocan escalofríos, en torno a los 50 millones de euros. En 2018, un modelo vinculado con la leyenda de las carreras, Phil Hill, se vendió por 48 millones de dólares en una subasta y se rumorea que otro ejemplar se vendió en una subasta privada ese mismo año por 70 millones.
