Hay maneras y maneras de terminar y empezar el año, pero la del dueño del Ferrari Roma podría estar entre las peores: en los últimos compases de 2023 perdió el control de su deportivo, que acabó empotrado contra unos árboles y seguramente sea siniestro.
Los hechos tuvieron lugar en Warwick, Inglaterra, en la tarde del 31 de diciembre. Según parece, el conductor del Ferrari iba más rápido de lo que debía por la carretera, hasta el punto de que adelantó sin saberlo a un oficial de policía que no estaba de servicio.
El golpe no fue limpio y es que la carrocería del Roma muestra daños por los cuatro costados, terminando en un estado bastante complicado: paneles hundidos, retrovisores arrancados, cristales estallados, etc.
Por suerte, no hubo ningún otro coche implicado en el lance. Además, el conductor pudo salir del vehículo por su propio pie y solo ha sufrido lesiones leves. Eso sí, no se puede decir lo mismo del Ferrari que, en el caso de no estar directamente siniestrado, tiene por delante mucho tiempo en el taller y facturas cuya cuantía no queremos ni imaginarnos.