Quince años antes de la llegada del Tesla Model S, el Nissan LEAF y otros pioneros dentro del mundo de los coches eléctricos, un grupo de fabricantes lanzaron sus propuestas empujados por las normas de emisiones de California. Entre ellos estaba Toyota, que puso a a venta una versión eléctrica del Rav4. Una propuesta que pasó fugazmente por el mercado. Pero después de cuatro lustros todavía hay unidades circulando, y que salen a la venta por unas cifras muy interesantes.
El Rav4 eléctrico original monta un pequeño motor síncrono de imán permanente de con 67 CV y un par motor de 190 Nm, que se alimenta de una batería de níquel-hidruro metálico (Ni-MH) de 95 amperios con una capacidad de 27,4 kWh.
Una de las curiosidades es la gran resistencia que ha mostrado esta batería al paso de los años, y el propietario de esta unidad a la venta indica que puede lograr autonomías reales de entre 120 y 190 kilómetros, lo que supone prácticamente la misma cifra homologada a estrenar. Nada mal para una batería con más de 20 años a su espalda.
Una cifra realmente tentadora para un modelo compacto, apenas 3.98 metros de largo, con un diseño desafasado pero para nada desagradable, que es una verdadera pieza de la historia de la automoción y un auténtico aspirante a clásico.
¿Te lo comprarÃas?
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