Grupo Volkswagen está actualmente volcado en una electrificación total de prácticamente todas sus marcas. Por motivos obvios la mayoría de su inversión está puesta en esta tecnología que será la reina en el futuro. Sin embargo, no quiere abandonar otras alternativas que son viables en el presente y que lo seguirán siendo a corto y medio plazo. Por eso le ha encomendado a Skoda la misión del desarrollo de los motores de combustión para todo el Grupo en los próximos años.
Lo cierto es que se trata de una responsabilidad ejemplar, pues la combustión no está totalmente muerta para ellos. De hecho, confirman que estará en nada menos que 50 modelos en siete marcas dentro del Grupo Volkswagen. Skoda se encargará en exclusiva del desarrollo de la familia de motores EA 211, la más reciente. Hasta la fecha, la marca checa había estado haciendo los motores atmosféricos MPI de esta serie, pero ahora también se encargará de los turboalimentados TSI, que están bastante más extendidos a nivel mundial.
Aunque lo cierto es que no es la primera vez que Skoda es la máxima responsable de algo a nivel global dentro de Grupo Volkswagen. También hay sido los que desarrollaron la plataforma MQB A0 Global que da vida a los utilitarios de las diferentes firmas. Por no hablar de que hacen los frenos de tambor para todo el grupo o de que han creado el próximo Volkswagen Passat, junto a su Superb. Y en cuanto a la producción de motores, su experiencia comienza a 1899, cuando Laurin y Klement hicieron su primera bicicleta con motor auxiliar.
Desde entonces ha llovido mucho, pero en 1991 cuando Skoda se incorpora a Grupo Volkswagen se lleva parte de su tradición. En 1997 empezaron a hacer en Mladá Boleslav el mítico 1.0 MPI y después le siguió el 1.2 HTP de la anterior serie EA 111 del que se vendieron más de 3,5 millones de unidades en distintos modelos. En 2012 ya incorporaron la familia EA 211 con el último 1.0 MPI y un avanzado centro de motores que les permitió aumentar su capacidad.
Ahora harán todos los motores de tres y cuatro cilindros, los atmosféricos y los turboalimentados, con potencias que van desde los 65 CV hasta superar los 150 CV. Muchos de ellos serán dedicados a crear sistemas de propulsión híbridos que están a la orden del día en la actualidad. También seguirán desarrollando motores aún más potentes y eficientes, poniendo el énfasis en ofrecer la máxima fiabilidad posible.
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