- Prueba Ford Focus Sportbreak: ¿cuáles son sus diferencias?
- Prueba Ford Focus Sportbreak: el motor EcoBoost 155 CV
- Prueba Ford Focus Sportbreak: las alternativas
Ahora mismo este Focus Sportbreak sólo se comercializa con el acabado Active y el más deportivo ST. Analizamos todas sus virtudes y le comparamos con sus principales rivales.
їBerlina o familiar? A la hora de comprar un coche compacto del segmento C puede ser una pregunta muy recurrente. Y quizГЎs es la que te estГЎs planteando en este momento si estГЎn pensando en el Ford Focus. Para ello, nosotros hemos puesto a prueba a su variante familiar conocida como Sportbreak para analizar cuГЎndo merece la pena.
Prueba Ford Focus Sportbreak: ¿cuáles son sus diferencias?
Antes de empezar con este análisis del Ford Focus Sportbreak hay que rescatar que en 2022 el compacto americano fue actualizado. Transitando en su cuarta generación, en el citado año se aprovechó para realizar el restlying de mitad de vida con cambios más evidentes en el frontal, por ejemplo reubicando el logo, que en su parte trasera.
Comparando en medidas, este Ford Focus Sportbreak es bastante más largo, ya que le saca a la berlina 29 cm para alcanzar los 4,67 metros, manteniendo la anchura en 1,82 metros y sumando dos centímetros en altura (1,49 m en total). Esta diferencia, y más en concreto la primera de las comentadas, ha provocado que su capacidad del maletero crezca exponencialmente de 392 a 635 litros, convirtiéndose en uno de los principales argumentos de compra a la hora de decidirse por un familiar. Además, me gustó que sus formas sean muy cuadradas y que se incluya un hueco por debajo del piso para guardar un botiquín o alguna herramienta.
Otro aspecto importante a tener en cuenta, ya que este nos afectará directamente al bolsillo, es que el Ford Focus Sportbreak sólo se comercializa en nuestro país con el acabado Active X (uno de los más altos), además del deportivo ST. Esto provoca que su precio sea más elevado de partida comenzando en 34.854 euros, por los 31.034 del cinco puertas. Aunque si igualamos propulsor y acabado la diferencia entre ambas variantes es de 1.000 euros.
En cuanto a las motorizaciones, pese al aspecto comentado del único acabado, este Ford Focus Sportbreak tiene todas disponibles, pero con una pequeña limitación a la hora de elegir transmisión, pues no ofrece nunca las dos posibilidades. De primeras descartaría el diésel 1.5 EcoBlue de 115 CV (siempre automático), ya que es el más caro de todos (desde 37.463 euros) y tendrías que realizar muchos kilómetros para amortizarlo. Entre los dos gasolina 1.0 EcoBoost, para un familiar me decanto por el de 155 CV (de nuevo automático por 37.369 euros), para circular más holgado frente al de 125 CV (el único manual y 34.854 euros). Lo bueno de estos últimos frente al diésel es que cuentan con hibridación ligera y pueden lucir por ello la etiqueta Eco. Por encima, en concreto en 43.567 euros, queda el ST con sus 280 CV, y un formato que solo encuentra competencia en el Volkswagen Golf Variant R y el CUPRA León Sportstourer VZ (gasolina).
Prueba Ford Focus Sportbreak: el motor EcoBoost 155 CV
Una de sus peculiaridades es que cuenta con un sistema de hibridación ligera, que por ejemplo activa una pequeña regeneración, ya que no es muy brusca, cuando levantamos el pie del acelerador. Como conductor comprobaremos que se activa esta carga pues se representa en el panel de instrumentación con el símbolo de una batería, tanto en esas ocasiones como cuando en una aceleración apoya al motor de combustión.
Este EcoBoost 155 CV siempre va asociado a un cambio automático de siete velocidades. No le puedo poner pegas a su funcionamiento en marcha, siendo una caja cómoda y activa a las exigencias, pero tendría alguna mejora. Para empezar, no permite actuar sobre ella de forma manual, ya que no hay levas ni tampoco se puede hacer sobre el pomo. Y luego, me resultaba muy fácil llegar hasta el modo “L” (cambia más rápido) al arrancar o en maniobras, cuando quizás solo quería poner el “D”.
Otro aspecto positivo de este motor EcoBoost son los consumos. En mis recorridos habituales de pruebas he conseguido moverme en cifras que siempre empezaban por un 5, aunque en algunos trayectos algo más exigentes si pasó a un intervalo entre 6 y 6,5 litros. Estos datos fueron conseguidos con el modo Normal, aunque también tenemos a nuestra disposición los Eco, Deportivo, Resbaladizo y Pista, estos dos últimos exclusivos de los Active. La pena es que para pasar de uno a otro lo tengamos que hacer a través de la pantalla.
Y es que dicha pantalla, que ha crecido nada menos que hasta unas generosas 13,2 pulgadas, aglutinó con la última renovación bastantes funciones, limpiando de botones un salpicadero que en la marca americana siempre contaba con muchos. Con el sistema operativo SYNC 4, me gusta su diseño de menús modernos, permitiendo incluso configurar las vistas, y su cámara de aparcamiento mejorada, aunque si es verdad que a veces tardó un poco al cargar al emprender la marcha. A su lado queda un panel de instrumentación que cambia de imagen según el modo de conducción escogido y al que se puede personalizar la información que muestra.
Los materiales que encuentro alrededor en este Ford Focus Sportbreak son los normales de la categoría de los compactos, con algún plástico duro alejado de la vista y buenos ajustes. Y en el caso de este Active X, los asientos son de tela para refrendar ese aspecto campero, de tacto cómodo y con buen agarre.
Finalizaré este análisis pasándome a las plazas traseras. En la operación me doy cuenta que Ford sigue manteniendo la ingeniosa solución de sacar una pieza plástica de las puertas para no rozar a otros coches en aparcamientos estrechos. El espacio que encontramos aquí es muy amplio en todas las cotas, situándose entre los mejores de su segmento. Y además, todos los ocupantes disfrutarán de un gran techo panorámico.
Prueba Ford Focus Sportbreak: las alternativas
La fórmula de un familiar con aire de crossover no es muy popular en nuestro mercado actualmente. Por tanto, el único rival directo con el que cuenta nuestro protagonista es el Fiat Tipo SW Cross. El modelo italiano también recurre a la hibridación ligera, pero desde una potencia inferior de 130 CV. Aún así, su coste es muy parecido al Ford Focos Sportbreak, pues con este motor comienza en 33.100 euros.
A partir de aquí abriríamos un abanico de otros compactos familiares como podrían ser los coreanos Hyundai i30 CW o Kia Ceed Tourer, los franceses Renault Megane Sport Tourer o Peugeot 308 SW, así como los Volkswagen Golf Variant, SEAT León Sportstourer, Opel Astra Sports Tourer, Toyota Corolla Touring Sports y el próximamente renovado Skoda Octavia Combi.
