La firma del óvalo ha renovado su compacto para seguir en la pelea con los rivales del segmento, que algunos son de importancia. Para ello le ha brindado con un diseño exterior más atractivo, una configuración interior más tecnológica y motores híbridos EcoBoost de 48 voltios, como es el caso del Ford Focus Active Sportbreak 1.0 EcoBoost MHEV 155 CV de esta prueba.
El nuevo Ford Focus adopta unos faros LED de nuevo cuño que son de serie en todas las variantes, y que, como novedad, incorporan las luces antiniebla. La firma lumínica diurna es nueva y consigue que el frontal parezca totalmente renovado. Asimismo, gana en presencia gracias a que su capó es más alto. Y es precisamente este elemento el que presta el logotipo ovalado de color azul a la parrilla. Por su parte, los pilotos incorporan una sección central más oscura y un nuevo patrón en forma de bucle.
El diseño de su carrocería sigue la filosofía «centrado en el ser humano», por lo que cada variante incorpora unos rasgos distintivos. En el caso de la de la prueba, el Focus Active cuenta con una parrilla superior más ancha y unos listones verticales más grandes, una inferior más profunda y unas laterales más altas. Siguiendo ese espíritu campero, la zona baja de la carrocería presenta un revestimiento en negro que incluye los pasos de rueda, además de los plateados de la parte frontal y trasera, sin olvidar las taloneras.
No podían faltar las barras de techo, como buen vehículo con tintes off-road, ni una mayor altura libre al suelo: 30 mm en el eje delantero y 34 el trasero.
Donde más se ha notado este lavado de cara es en su interior. Lo primero que llama la atención es su enorme pantalla de 13,2 pulgadas, la más grande del segmento. Todo se controla desde ella, y su sistema SYNC 4 trae actualizaciones de software inalámbricas Ford Power-Up. Los menús son fáciles, pero los botones físicos han sido suprimidos, y cualquier acción como subir o bajar la temperatura o encender o apagar el climatizador se realiza desde la pantalla. Incluso activar la calefacción del volante.
Asimismo, el cuadro de instrumentos es digital, grande, de 12,3″ y muy claro. Además, la resolución y los gráficos son muy buenos.
Respecto a los materiales, adopta unas molduras un pelín pobretonas, pero, en cambio, sí usa materiales gomosos en los paneles de las puertas y en la zona superior y media del salpicadero. También trae una tapicería exclusiva Active y los asientos, como en el caso de esta unidad, pueden ser homologados por la AGR, la organización líder en salud de la columna vertebral en Alemania, por lo que ayudan a aliviar los dolores de espalda.
Donde también destaca respecto a la competencia es en el espacio del que disponen sus pasajeros. Con mi 1,78 m, existe mucho espacio para las rodillas; suma que los respaldos de los asientos delanteros tienen una forma cóncava. La distancia que separa mi cabeza de rozar con el techo es de siete dedos, y eso que equipa techo panorámico, que siempre resta.
La plaza central no es incómoda, porque la banqueta es mullida y el túnel de transmisión es bajito. El respaldo es duro, como el 99% de los vehículos que esconden un reposabrazos con posavasos, como es el caso. Lo que le otorga un extra es la trampilla que da acceso al maletero para, por ejemplo, colocar unos esquíes. Asimismo, cuenta con dos USB-C para cargar, pero no, con toberas de climatización.
El maletero ha crecido en 27 litros, pasando de 608 a 635 litros. Lo que no varía es su capacidad máxima, que se mantiene en 1.653 litros. Ahora adopta una nueva zona para objetos mojados, alfombras y revestimientos laterales más fáciles de limpiar. Y un divisor vertical redondea el conjunto.
El motor en frío suena bastante. La cosa cambia con el bloque caliente, puesto que la rumorosidad se disipa como arte de magia. Es más, el sonido que emite es bonito, aunque está adulterado con el sintetizador. Por cierto, tiene dos colas de escape reales y, ¡milagro! Suenan. Bravo por Ford, lo primero por equipar escapes de verdad, que hoy en día es extraño, incluso en marcas premium con productos muy caros. Y lo segundo, por hacer que suenen, y más en un coche que no es de corte deportivo.
Esta versión equipa un cambio automático que no tiene levas. Tampoco se puede poner en modo manual, algo poco habitual. Como también es extraño, pero sí comprensible, que no traiga opción S, ya que es sustituida por la L, que es una especie de reductora. Recuerda el espíritu campero de esta versión.
Y hablando de modos, cuenta con cinco: Normal, Eco, Deportivo, Resbaladizo (para carretera con nieve y hielo; se reduce la respuesta de la aceleración y ajusta el sistema de estabilidad) y Pista (para fuera del asfalto).
Lo que no me gusta es que para seleccionarlos tienes que hacerlo desde un botón físico de la consola; hasta ahora perfecto. Chapó. Pero para moverse entre ellos y seleccionarlos tienes que hacerlo desde la pantalla.
Su motor es enérgico, más a medio régimen. Sus 155 CV aparecen cuando la aguja toca las 6.000 rpm, y el par de 220 Nm, a 3.000 rpm. Lo bueno es que el sistema de hibridación añade más par para sumar 240 Nm. Con ello es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 9,9″, superando la barrera que suponen los 10.
Este hecho permite sacar un consumo medio bastante bajo, independientemente de si es por ciudad, mixto o carretera. En la urbe ronda los 7,8 l/100 km, en autopista y autovía, 5,5; y su ponderado se mantiene cerca de los 6,4.
Por cierto, también agradezco que Ford haya corregido la entrada del sistema de regeneración, que ahora es casi imperceptible, no como en el (prueba) Ford Puma o el Fiesta, que me parecía incluso algo molesta -no sé si tras sendos restylings ha sido modificado-.
La suspensión es cómoda. Hay otros rivales más confortables, sobre todo si en el morro llevan unos chevrones, pero no con tan buenas aptitudes dinámicas, incluso en esta carrocería con más altura libre al suelo. Sí que es cierto que está un peldaño por debajo del Focus Berlina, porque el paso por curva no es tan rápido por sus neumáticos Continental Eco Contact 6, que son válidos para condiciones de nieve y hielo, por lo que no ofrecen el mismo agarre. Pero mantiene el tipo con la cabeza bien alta.
También es de mi agrado tanto el volante, por su grosor, como el peso de la dirección. Más ha tardado en convencerme sus frenos, porque el pedal tiene demasiado recorrido hasta que ejecuta la acción. Me ha costado cogerle el truco, pero si pisas, clava.
Y si te aburres de lo negro, siempre puedes salir a algún camino de tierra de dificultad media/moderada gracias a la mayor distancia al suelo y a esa reductora de la que te hablaba. Solo tienes que echar un vistazo a las imágenes para ver que te lo puedes pasar en grande con él.
El Ford Focus Active Sportbreak 1.0 EcoBoost MHEV 155 CV tiene un precio de partida de 36.595 euros, aunque con los descuentos promocionales se puede quedar en 31.156 euros. El equipamiento de serie está compuesto por llantas de aleación de 17″, sistema de infoentretenimiento con pantalla de 13,2″ con navegador, Apple CarPlay y Android Auto, apertura y arranque sin llave, climatizador bizona, sensores de aparcamiento delanteros y traseros y control de crucero, entre otros elementos.
| Ficha técnica Ford Focus Active Sportbreak 1.0 EcoBoost MHEV 155 CV | ||
| Motor | Cilindrada | 998 cc |
| Cilindros | 3 en línea | |
| Potencia máxima | Motor de combustión: 155 CV a 6.000 rpm Motor eléctrico: 16 CV Total: 155 CV |
|
| Par máximo | Motor de combustión: 220 Nm a 3.000 rpm Motor eléctrico: 50 nm Total: 240 Nm |
|
| Alimentación | Tipo | Inyección directa. Turbo |
| Transmisión | Caja de Cambios | Automático, 7 velocidades |
| Tracción | Trasera, diferencial tipo Torsen | |
| Suspensión | Delantera | Tipo McPherson Resorte helicoidal Barra estabilizadora |
| Trasera | Paralelogramo deformable Resorte helicoidal Barra estabilizadora |
|
| Frenos | Delanteros | Disco ventilado |
| Traseros | Disco | |
| Dimensiones | Longitud | 4.693 mm |
| Anchura | 1.844 mm | |
| Altura | 1.536 mm | |
| Distancia entre ejes | 2.700 mm | |
| Maletero | Volumen | 635 / 1.653 litros |
| Peso | Peso | 1.451 kg |
| Prestaciones | Velocidad máxima | 202 km/h |
| Aceleración 0-100 Km/h | 9,9 seg | |
| Consumo | Combinado | 5,6 l/100 km |
| Velocidad baja | N.D. | |
| Velocidad media | N.D. | |
| Velocidad alta | N.D. | |
| Velocidad muy alta | N.D. | |
| Emisiones | Emisiones de CO2 | 126 g/km Euro 6 – Etiqueta C |
| Precio | Precio oficial | Desde 36.595 euros |
Fotos: Jaime Sainz de la Maza
