Un gran equipamiento de serie y un motor muy bueno, sobresalen en esta versión del modelo coreano.
La fiebre SUV es tan elevada que afecta incluso a segmentos del mercado hasta ahora intocables, como el de los compactos. Afortunadamente para Kia, el Ceed todavía sigue siendo un pilar de ventas y no nos extraña, porque es un producto muy competente, más aún con el restyling experimentado.
Nosotros hemos probado una de las versiones más exclusivas del modelo, que luce el acabado de aspecto deportivo GT-Line y el motor turbo de gasolina 1.5 T-GDi de 160 CV, que trabaja junto a un sistema de hibridación ligera, por lo que obtiene la etiqueta Eco de la DGT. También se suma la transmisión automática de doble embrague DCT, con siete marchas.
Galería: Prueba Kia Ceed GT-Line 1.5 T-GDi MHEV 160 CV DCT
No hace falta tener vista de águila para comprobar que es un Ceed con un acento bastante pasional. Curiosamente, aparecen muchas inserciones cromadas cuando pensábamos que habían pasado de moda, aunque también se integran componentes en negro, una elección cromática más actual, como las cubiertas de los retrovisores y las taloneras laterales.
Para mi gusto, los componentes más controvertidos son los embellecedores que simulan salidas de escape y los pilotos, con tulipa transparente y trama hexagonal, que no acaban de convencerme, si bien los gustos son muy personales.
En el interior, la personalización viene dada por un volante de tres radios, de pequeño grosor, ligeramente achatado y con la inscripción GT-Line, junto con los asientos deportivos de tela y cuero con buenas sujeciones laterales y perfectos para un uso diario y prolongado. La parte negativa tiene que ver con las inserciones en negro piano, que se rayan y deterioran con facilidad.
Por supuesto, la instrumentación es digital (pantalla de 12,3 pulgadas) y además cambia de diseño en función del programa de conducción elegido: Eco, Comfort y Sport. Se agradecen mucho los mandos convencionales para la climatización, así como los botones táctiles de los submenús en la pantalla central de 10,25 pulgadas: Map, Nav, Radio, Media, Set Up…
La carga por inducción viene de serie, al igual que el techo panorámico, dos elementos que se suele pagar por ellos, incluso en los acabados más completos. Por defecto, la alerta activa por cambio involuntario de carril se conecta al arrancar, pero se desactiva fácilmente a través de un botón situado a la izquierda del salpicadero.
Si hablamos de espacio interior, el Kia Ceed 2022 está especialmente indicado para cuatro adultos de talla media, tanto por espacio para las piernas como para la cabeza. Asimismo, el ocupante de la quinta plaza no tiene que lidiar con un gran escalón en el suelo, pero sí con un módulo en el que van integradas dos salidas de aire.
Por su parte, el maletero se queda en 357 litros, que no es una cifra destacada en el segmento. De hecho, la anterior generación del Ceed contaba con 380 litros para el equipaje. No hay un doble fondo por la integración de la batería de 48 V del sistema ‘mild-hybrid’ y al abatir los asientos posteriores queda un pequeño escalón.
Esa doble cara le convierte en un gran coche a la hora de rodar con él y también para darte el gusto de perderte por alguna carretera escondida. Personalmente, reduciría un poco la asistencia de la dirección, que tampoco es muy informativa. Por su parte, el sonido aerodinámico y de rodadura entra dentro de los valores normales.
En el plano dinámico, lo que más me ha gustado ha sido el motor 1.5 T-GDi de 160 CV, que poco o nada tiene que envidiar al 1.5 TSI de 150 CV del Grupo Volkswagen. Sedoso y con garra en un amplio régimen, anuncia un consumo mixto de 5,7 litros cada 100 kilómetros y hemos obtenido esa media en recorridos interurbanos, a ritmo normal, mezclando los programas de conducción y por todo tipo de orografías. ¡Fabuloso!
Esta mecánica se combina muy bien con la transmisión DCT, que no está a la altura de la DSG solo por alguna que otra ligera sacudida al engranar marchas con las levas. Son tirones esporádicos y nada exagerados, que le impiden tener la matrícula de honor, pero no desmerecen el buen funcionamiento general. Por cierto, esta caja cambia de gestión en el modo Sport para adecuarse a una conducción más exigente.
Como decíamos antes, la dotación de serie del acabado GT-Line es asombrosa. De hecho, todo lo que ves en las fotos viene de fábrica, excepto el color azul Blue Flame, que cuesta 520 euros. Así, no hay pagar un extra por el climatizador bizona, la cámara de visión trasera, el acceso y arranque sin llave, los pedales deportivos, el sistema multimedia con Android Auto y Apple CarPlay, el navegador…
El único pack opcional es el Premium DCT (2.500 euros) e integra equipo de sonido JBL, asientos delanteros con regulación lumbar, calefactables y ventilados, control de crucero adaptativo con función Stop&Go y frenada de emergencia con reconocimiento de peatones, entre otros componentes. Nuestra unidad de pruebas no lo incorporaba.
El precio del Kia Ceed GT-Line 1.5 T-GDi MHEV 160 CV DCT es de 26.356 euros (descuentos oficiales ya incluidos en el configurador), una cifra mucho más baja que la de modelos como el Peugeot 308 o el Volkswagen Golf. Sin duda, el representante coreano es uno de los compactos generalistas más interesantes hoy en día. Y recuerda que la gama comienza en tan solo 15.450 euros.
