Tras perderse el Gran Premio de Arabia Saudí hace diez días, Carlos Sainz debería poder ocupar su lugar en el Gran Premio de Australia de este fin de semana. La confirmación oficial y definitiva llegará un poco más tarde, pero las dudas sobre su participación en la tercera cita de la temporada ya se han disipado en gran medida.
Al día siguiente de la primera sesión de entrenamientos libres en Yeda, el piloto de Ferrari fue hospitalizado y posteriormente operado de apendicitis. Como consecuencia, dejó su asiento desde la tercera sesión de entrenamientos libres al piloto reserva Oliver Bearman. El británico se clasificó 11º en la parrilla y terminó su primer Gran Premio de Fórmula 1 en séptima posición.
Lleva en Australia desde el lunes, y cada vez está más claro su regreso a la SF-24 a partir del viernes. “Está aquí desde ayer y se encuentra bien”, confirmó la Scuderia el martes.
El jefe del equipo italiano, Frédéric Vasseur, indicó la semana pasada que Oliver Bearman volvería a ser el piloto reserva del equipo en Melbourne. En caso de problema, se volverá a recurrir al británico, que normalmente podrá volver a centrarse en su campaña de F2. La antesala de la categoría reina estará en pista en Albert Park, al igual que la F3, como viene ocurriendo desde el año pasado.
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