La llegada de los fabricantes chinos es un hecho incontestable, aunque algunos directivos todavía están confiados en que los elevados costes logísticos y arancelarios permite reducir su impacto. Pero la realidad es que fabricantes como BYD están logrando rebajar de forma sustancial los precios de sus coches eléctricos, lo que a corto plazo será un reto para los grupos occidentales.
Según sus estimaciones, el Seal tiene un coste de producción un 15% por debajo del Tesla Model 3, y hasta un 35% respecto a un modelo de Volkswagen de similares características.
UBS predice que para 2030, la cuota de ventas de los fabricantes chinos en el mercado global aumentará del actual 17% al 33%, mientras que los fabricantes de automóviles occidentales tradicionales sufrirán una fuerte contracción, pasando del actual 81% al 58%.
Por qué BYD fabrica más barato
Según los informes, la ventaja de costes del BYD Seal tienen su origen principalmente de dos aspectos: primero, la producción local de China y la cadena de suministro nacional, y segundo, el sistema de integración vertical de BYD.
Aproximadamente el 75% de las piezas de BYD Seal son producidas por la propia marca, y la proporción de piezas de fabricación propia es mayor que la de los Tesla fabricados en China y la de los coches eléctricos de Volkswagen producidos en Alemania.
También ayuda a esta competitividad en costes la pequeña apuesta por la conducción autónoma, contando con sistemas sencillos y económicos, al mismo tiempo que apuesta por la conectividad 5G, para hacer de los sistemas de info-entretenimiento una herramienta más rápida y cómoda.
El resultado según el informe de UBS, es que a medida que la competencia de los fabricantes chinos y Tesla se vuelve cada vez más feroz, los fabricantes tradicionales corren mayor riesgo de sufrir pérdidas estructurales en el mercado.
UBS rebajó la calificación de las acciones de Renault y Volkswagen de «neutral» a «vender», citando directamente la amenaza que representa la competencia china. Los analistas creen que Volkswagen es la empresa «más afectada negativamente a nivel mundial por el ascenso de los fabricantes del gigante asiático».
Para intentar mantener su cuota de mercado en China, Volkswagen ha alcanzado una cooperación histórica con Xpeng Motors en China, y también ha apostado por fuertes reducciones de los precios de sus modelos locales.
Sin embargo, los analistas creen que mientras que las bajadas de precios pueden tener un impacto positivo a corto plazo en las cifras de ventas, la alianza con Xpeng por otro lado puede conllevar según el informe «altos riesgos para su puesta en marcha».