El Bentley Batur es la última creación exclusiva de la marca. Si el Bacalar toma el nombre de un enclave de la península de Yucatán en México, un lago famoso por su belleza natural, el Batur no es menos representativo. El modelo lleva el nombre del lago Batur, en Kintamani, Bali. Sigue así la tradición iniciada por su predecesor, que lleva el nombre de otro cuerpo de agua natural.
La producción está limitada a 18 unidades y ya están todas vendidas por 1,94 millones de euros cada una. Cada Batur será diseñado en colaboración con su propietario y, tras completar la fase de desarrollo, la firma británica está lista para comenzar la producción. Un proceso laborioso por parte de Mulliner, quien lo fabricará a mano en el transcurso de varios meses.
Las entregas están programadas para comenzar este año, aunque el proceso no se completará hasta finales de 2024. Bajo el capó tenemos una versión mejorada del bloque W12 de 6.0 litros y doble turbo de la compañía. Los ingenieros lo han equipado con una nueva admisión, turbocompresores mejorados, intercoolers más robustos y numerosas recalibraciones.
Tampoco falta un escape de titanio con colas impresas en 3D. Gracias a las mejoras, el Bentley Mulliner Batur eroga más de 740 CV (544 kW) y 1.000 Nm de par máximo. Esto debería permitirle completar el 0 a 100 km/h en torno a los 3,4 segundos y superar los 330 km/h. Está asociado a una transmisión de doble embrague de ocho velocidades.
Cada ejemplar del Bentley Batur será único
Además de ser el modelo más poderoso de la historia de la compañía, el Bentley Mulliner Batur destaca por presentar un diseño modernizado que «en última instancia guiará la dirección de estilo de los próximos vehículos eléctricos de la compañía«. Se caracteriza por sus proporciones tradicionales de gran turismo.
Presume de un capó alargado y una amplia y pronunciada caída de techo. Los faros LED abandonan la forma redonda característica de Bentley, los musculosos hombros traseros se enfatizan aún más y las ventanas laterales adoptan un nuevo estilo que nos recuerda mucho a Rolls-Royce.
La parrilla, de grandes dimensiones, es más baja y más vertical para brindar una apariencia fuerte y segura. Presenta un patrón único en forma de V con detalles en naranja. Los diseñadores también han movido la masa visual del automóvil hacia atrás para lograr una estética más deportiva y musculosa.
Entre los aspectos más destacados de la carrocería están el alerón eléctrico desplegable y las llantas de 22 pulgadas. Son exclusivas del modelo. Tras ellas se esconde un sistema de frenos de carbono-silicio-carburo (CSiC) con pinzas de diez pistones y discos de 440 mm en la parte delantera.
En la parte trasera vemos pinzas de cuatro pistones y discos de 410 mm de diámetro. A nivel aerodinámico también podemos apreciar un divisor delantero, faldones laterales y un difusor trasero. Según informa la compañía, este puede estar fabricado en un compuesto de fibra natural o de carbono.
No menos impresionante es el interior, con opciones de personalización casi ilimitadas. Estas son posibles gracias a la naturaleza artesanal del vehículo. Los clientes pueden pedir chapas compuestas de fibra natural, molduras de madera tradicionales, todos los elementos de confort de la marca, controles en oro de 18 quilates impreso en 3D…
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